Una Historia Interesante. Capitulo I - Relatos Eróticos

Una Historia Interesante. Capitulo I

... Angel bostezando y levantándose de la cama.- Voy a comerme mi sushi ¿me acompañas? Me da miedito ir solo.

-Tienes 22 años, estamos en tu casa y ¡solo estamos nosotros dos! –dijo Andrés.

-Eso no responde a mi pregunta –dijo Angel desde la puerta.- Además, dentro de poco seremos tres en esta casa. –dijo mientras caminaba por el pasillo hacia las escaleras del primer piso

-¿Víctor decidió venir? –Pregunto Andrés levantándose y siguiendo a Angel- ¿Cuándo se muda?

-La próxima semana. Aun tiene que convencer a su mama que es mejor para él, porque va a experimentar un poco la independencia -dijo Angel mientras bajaban las escaleras.

-Teniendo en cuenta el hecho que esta es tu casa, no sería una independencia completa –comento Andrés- claro que, comparado con vivir con mi familia, esto es una gran independencia.

-Gracias… supongo –respondió Angel llegando a la cocina y abriendo el micro.- Ahora si podre terminarme esto. No entiendo cómo pudiste comerte todo en un solo intento. Yo debí esperar una hora a que se digiriera parte de la comida para tener más espacio –dijo tomando un rollo de arroz con la mano. Los dos pares de palillos que tomo en el restaurante, de principiante y experto, se le cayeron comiendo, lo que provoco que Andrés se riera un buen rato de eso.

-Ni idea –respondió Andrés tomado un vaso de jugo de naranja de la nevera- tal vez porque me gusta mucho. Planeo aprender cómo se hace, ya veras

-Y yo estaré en primera fila esperando a probarlo ...

... –prometió Angel tomando el ultimo rollo de arroz y pesado que quedaba. Tomo un gran vaso de jugo de naranja de la nevera y se lo tomo de un trago- Delicioso, de verdad. Me encantan las naranjas.

-A dormir –dijo Andrés.- ya me dio sueño. Buenas noches –dijo saliendo de la cocina.

-Duerme bien, yo subo en dos segundos- respondió Angel, lavando los trastes sucios y recogiendo los restos de su cena.

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En una habitación oscura, estaba un hombre de unos 24 años, dentro de una jaula encadenado por el tobillo derecho y con signos de tortura en todo el cuerpo. Tenía moretones y un pequeño corte en su antebrazo derecho. De pronto una puerta al fondo se abrió y entro un hombre enmascarado y vestido con ropa oscura a tono con la habitación. Traía en su mano una bandeja con un pedazo de pan y un vaso de agua.

-Tu cena –le dijo simplemente y lo deposito en el suelo.- Tienes cinco minutos para comer. Hoy dormirás en otra posición y no me importa si no comes todo lo que te sirvo, igual te mantendré con vida el tiempo suficiente para seguir jugando contigo. Pero hoy estoy muy cansado y no quiero jugar. Come rápido.

-¿Quién eres tú? –pregunto con la voz apagada. Se arrastro para tomar el pan y comer rápido-Hace ya mucho tiempo que estoy aquí y no me lo has dicho. –tomo el vaso de agua y lo apuro, pues tenía mucha sed. Solamente lo alimentaba una vez al día y siempre era lo mismo: un pedazo de pan y un vaso de agua.

-Eso te lo diré el día que decida ...