1. Mi hermana me cura de una depresión


    Fecha: 11/01/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Ifardavin, Fuente: CuentoRelatos

    ... piernas y, sin más dilación, la penetré hasta los cojones. No la besaba, no la acariciaba, solo metía y sacaba mi miembro de su húmedo coño. Ya no veía a mi hermana, miraba mi tabla de salvación, a la obradora del milagro. Viendo mi cara ella sonreía segura de su triunfo, jadeaba de forma enloquecedora haciéndome acelerar los envites, sus mejillas se arrebolaban, sus pechos se movían al son de mis entadas.
    
    Empezó a levantar el pubis, a chocarlo fuertemente contra mí anunciando su orgasmo, apoyaba los pies en el suelo para darse más impulso, me quería más dentro... ¡Pues más dentro me iba a tener!
    
    La puse a cuatro patas, se la iba a meter por detrás. Era la sublimación de mi liberación intelectual. Apoyé el glande en su entrada trasera y empujé de golpe. Aunque estaba dilatada había recuperado, prácticamente, toda su tensión. Le hice daño y más daño me hice yo. Si no me había roto el frenillo, poco le faltaba...
    
    -aaah Luis. ¡Joder, coño joder! ¡Ten más cuidado, coño! ¡Me has hecho polvo, cabrón!
    
    -¡Joder! ¡Yo sí que me he hecho daño, ostias!
    
    -Vale, pero no la saques. ¡Espera un momento!
    
    Hizo ligeros movimientos con su culo amoldándonos uno a otro... A mí me escocía, aguantaba estoicamente, se mezclaban las sensaciones de placer y dolor... No lo vi venir... El orgasmo de Julia me pilló de sorpresa. Había estado frotándose el clítoris con los dedos de forma frenética y, ...
    ... empujando fuerte hacia atrás, se corrió de forma escandalosa, apoyando la cabeza en la alfombra, sin dejar de pajearse en ningún momento.
    
    Me hizo más daño todavía. Apreté los dientes e intenté correrme yo pero no pude, el dolor era demasiado fuerte y me cortaba todo el rollo, era incapaz de realizar un mete saca en condiciones. Cuando se relajó me salí de ella. No le dije que no me había corrido, tampoco preguntó. Tenía algo de sangre en el capullo, pero no le di importancia, eso sí, escocía un montón.
    
    -Sabía que me querías - Dijo Julia. -Ya verás como no te arrepientes. Pienso hacer de ti el hombre más feliz del mundo.
    
    Di la callada por respuesta. Para ella, este segundo polvo había sido mi aceptación tácita a su proposición. En efecto, así era...
    
    Pocos días después Julia estaba instalada en mi apartamento. Mi desorden ordenado pasó a ser su orden desordenado. Yo antes sabía dónde estaba todo, ahora, con mi hermana, todo estaba recogido y en su sitio. Lo malo es que yo no sabía nunca cuál era el sitio de nada.
    
    Pero no hay mal que por bien no venga. Ahora estoy cuidado y atendido, follo muy a menudo, más por ella que por mí, sigo viendo que es mi hermana y me cuesta... Y, eso sí, he vuelto a escribir, incluso, basándome en esta experiencia, le he dado título a la novela "Un clavo saca a otro". No es muy original, pero es el homenaje a la aparición de Julia en mi vida. 
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