1. El cachorro


    Fecha: 24/10/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... leche caliente se deslizó por mi garganta. Se quedó quieto, recobrando la respiración. Saqué el rabo de la boca, le chupé el resto de semen que aún seguía saliendo. Le apoyé de rodillas en el sofá y le levanté un poco el culo, introduje mi nariz en el interior de su raja y aspiré profundamente, hasta que el olor de su culo, quedó grabado en mi memoria para siempre.
    
    Su raja aparecía poblada de un vello suave y negro. Sus nalgas totalmente sin vello. El olor de su culo me recordó noches de verano, en lugares exóticos, rodeados de belleza oriental. Me lo hubiera comido, sin más, sino fuera por las fuertes ganas que tenia de correrme. Le abrí el culo hasta que apareció su agujero, introduje la lengua y lo lamí con deleite. Le levanté el trasero para poder acceder a su orificio más fácilmente y seguí chupándolo. Me tumbé boca arriba sobre la alfombra y dije al cachorro que colocara su culo sobre mi cara. Le volví a abrir el culo y metí de nuevo la lengua hasta el fondo de su agujero.
    
    Sus gemidos, me excitaban, sintiendo cómo gozaba, cómo el placer recorría todo su joven cuerpo. Pasé un rato en esa posición hasta que me quedé sin aire, hasta que tuve la necesidad de respirar. Entonces le levanté y le volví a tumbar sobre la alfombra. Le dije que se introdujera un dedo en el culo. Él lo hizo, y lo sacó, tras lo cual se lo chupé. Le empujé de nuevo el dedo hacia dentro, invitándole a que se introdujera dos dedos.
    
    Después de hacerlo, se los volví a chupar, recorriendo con mi ...
    ... lengua sus dedos de arriba a abajo, absorbiendo la humedad y el sabor que contenían. Finalmente fui yo quien le introduje dos dedos por el culo. El cachorro se agitaba de gusto, abriendo más su duro y firme culo.
    
    Su agujero caliente y húmedo rodeaba mis dedos. Noté su mucosa, su textura, su ardor. Me decidí a follarlo, pero no pude contenerme, me corrí sin tocarme. El semen salió de mi rabo a borbotones mojando su trasero, resbalando por el interior de sus nalgas.
    
    Me agaché a chuparlo. Me lo tragué junto al sabor de la piel de su culo. Algún vello de su raja quedó en mi boca. Me coloqué junto a él. Besándole la cara, la nariz y los labios. Le acaricié la espalda y las nalgas, mientras colocaba mis piernas por encima de las suyas, mirándole a la cara y sonriéndole.
    
    Le pregunté qué tal se lo había pasado y me contestó que mogollón de bien, pero se le había hecho un poco tarde y tenía que irse. Se levantó y comenzó a vestirse.
    
    Contemplé su joven desnudo cuerpo observando una cicatriz que tenía cerca de la rodilla izquierda. Me dijo que se cayó jugando al fútbol.
    
    Cogió el calzoncillo y le dio la vuelta poniéndoselo después, luego se colocó la camiseta de Nike, mientras yo acariciaba sus piernas ya pobladas de vello, intentando no olvidar ninguna de las sensaciones que percibía la palma de mis manos y mis dedos. Se colocó el chándal. Se sentó en el sofá y se puso los calcetines, luego las playeras.
    
    Me sonreía cuando me miraba. Le dije que me parecía muy guapo y ...