1. Por el momento - IV (La siesta)


    Fecha: 20/01/2021, Categorías: Hetero Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... mientras se tomaba el café muy tranquilo.
    
    Y yo, por mi parte, acariciaba a Ari, entre las piernas; intentando que nadie se diera cuenta.
    
    Estuvimos así, un ratito; y generamos cierta tensión, pero llegó un momento en que no podíamos más y rompimos a reír a carcajadas.
    
    ¡JAJAJA! ¡JAJAJA! ¡JAJAJA! ¡JAJAJA!
    
    - Hay ganas de jaleillo ¡eh!, dijo Pablo...
    
    - Yo ganas tengo siempre, dije...
    
    - ¡Que golfos sois!, dijo Ari...
    
    Y Toño bajó la cabeza y sonrió…
    
    - A ver, Jose ¿nos vamos al salón a reposar, o, nos echamos la siesta?
    
    Miré el reloj y solo eran las cuatro menos cinco
    
    - Mejor al salón ¿no?
    
    - Pues , entonces vámonos para allá…
    
    Pablo se acercó a su sobrino y empezó a meterle la mano bajo la camiseta, para acariciarle el pecho; al mismo tiempo, que le daba besitos en el cuello.
    
    Y, Toño y yo, nos pusimos a la expectativa...
    
    Ari, se dejó hacer...
    
    Le subió la camiseta para que pudiéramos ver esos abdominales y le pellizcó los pezones durante unos segundos.
    
    Después se la quitó.
    
    - ¡Guau!, dijo Toño
    
    Yo ya los había visto antes, pero me seguían produciendo el mismo efecto. Me parecían unos pectorales de vicio.
    
    Se acercó a la boca y le besó apasionadamente. El chico le entregó la lengua para que pudiera disfrutarla; y también permitió que su tío saboreara sus labios, sin ninguna prisa. Luego, Pablo le levantó los brazos para que pudiéramos contemplar esas apetitosas axilas; y yo, no pude contenerme y me levanté a chupárselas, lleno de ...
    ... deseo.
    
    - ¡Que rico estás!, cabrón… y continué lamiéndole los pezones...¡fffffff!
    
    Luego, volví a sentarme junto a Toño, que nos miraba como si se hubiese quedado tonto.
    
    Pablo, continuó acariciándole y atrapando sus tetas, para saborear sus pezones; y de vez en cuando, bajaba con su mano hasta ombligo y lo rodeaba durante unos segundos, para después acercarla a la cinturilla del pantalón e intentar introducirla bajo la tela.
    
    Así, durante un par de minutos, mas, o, menos; hasta que el chico se abandonó a sus manos, y echando la cabeza hacia atrás, le dio plenos poderes sobre su cuerpo.
    
    Empezó a besarle en el cuello, con mas con intensidad; mientras, con la mano entre sus piernas, unas veces le agarraba el rabo y otras se apoderaba de su culo.
    
    En un momento dado, nos hizo una señal para que alguno de nosotros se acercara.
    
    Y enseguida se levantó Toño y le desabrochó los vaqueros.
    
    - ¡Ahhh! ¡Ahhh!...
    
    El chico empezaba a dar muestras de estar encantado con lo que le estaban haciendo.
    
    Luego, miró con detenimiento ese rabo y esas pelotas y empezó a presionar sobre el ojete y hurgar en el.
    
    Recorría su raja de arriba a abajo y saboreaba esa polla, con cara de vicioso; y la introducía en su boca, una y otra vez, con verdadera ansia.
    
    - ¡Eso es, Toño!...¡date un buen atracón!
    
    No pude evitar levantarme y tocarle el culo. Se había agachado para chuparle la polla al chico, y ofrecía una imagen de su espectacular culazo, absolutamente irreverente.
    
    - ...