1. Entrega total (capitulo 3)


    Fecha: 24/01/2021, Categorías: Confesiones Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    ... característicos de alguien que está disfrutando. Paco notó la estrechez del ano de Marta y llegó a la conclusión definitiva de que tenía entre manos a una virgen anal, algo de lo que ya estaba seguro: solo faltaba la confirmación.
    
    —¿Te han follado alguna vez por el culo? —Preguntó de todas maneras mientras seguía con los dedos trabajando su ano, pero no contestó, solo gemía de placer—. ¡Contesta zorra!
    
    —No amo, —respondió finalmente con voz entrecortada.
    
    —«Eso hay que solucionarlo» —pensó, pero decidió que ahora no era el momento: no quería hacérselo a lo bestia por si la producía un desgarro y entonces estaría mucho tiempo sin poder darla por el culo. Además, tenía un par de orificios más por dónde poder darla—. «La iré dilatando un poco».
    
    Tiró más fuerte del pelo mientras seguía estimulando su ano. Sacaba los dedos y la azotaba el culo diez, quince veces y se los volvía a introducir. Después, cambio de técnica: la metió el pulgar en el culo mientras que con la palma de la mano la estimulaba el chocho. Cuando empezó a chillar con el orgasmo, la soltó el pelo y volvió a azotarla el trasero mientras seguía estimulándola. Tuvo incluso algún espasmo por la intensidad. La dejó caer al suelo con cierta brusquedad y se quedó tirada, exhausta, con la respiración agitada y empapada de sudor mientras el corazón la saltaba en el pecho. Después de unos minutos, lentamente se abrazó a los pies de Paco para demostrarle su sumisión y su agradecimiento por convertirla en un ...
    ... objeto. Era extremadamente feliz. Le miró con una sonrisa y lo primero que vio fue su enorme polla que aparecía que media el doble de dura que estaba. Se incorporó quedando de rodillas ante el falo, mirándolo con la devoción de quien mira una imagen sagrada.
    
    —¿Puedo chupar amo?
    
    —Puedes y debes, pero primero quiero que me chupes el ano: que metas la lengua en el culo, —sin pensarlo lo más mínimo, cuando Paco levantó las piernas para facilitarla la labor, Marta separó las nalgas con las manos y se puso a cumplir con la misión encomendada mientras su amo se acariciaba la polla. Después de un rato largó, la cogió por el pelo y condujo su boca a la punta de la polla. Haciendo fuerza hacia abajo la obligo a engullirla entera: hasta la raíz. La provocó arcadas y asfixia, pero la mantuvo en esa posición mientras Marta intentaba zafarse. Sacó la polla de su boca y la dio media docena de bofetadas para volver a metérsela otra vez. Repitió la operación hasta que finalmente, la puso la polla a escasos centímetros de su cara y la regó de semen mientras la sujetaba por el pelo. Después, con el dedo estuvo llevando toda la corrida hacia la boca hasta que no quedo el más mínimo rastro.
    
    Cuando todo pasó, a una indicación de su amo se acurrucó en su regazo. Paco descubrió que le gustaba tenerla así y sobetearla despacio, con tranquilidad, sin prisas. Se sentía poderoso, mucho más de lo que habitualmente se sentía en el trabajo donde era dueño y señor de su departamento: uno de los más ...
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