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Cuando se cogieron a mi mujer
Fecha: 25/01/2021, Categorías: Gays Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
Hace años que escribo relatos un poco eróticos y un poco porno, llevo más de cien escritos de ficción, donde siempre me mantuve firme en cumplir una premisa, no mezclar mis historias con mi vida privada, no permitir que el autor sea parte de la historia, pero como en todo, siempre hay una excepción, así que por primera vez me decido a contarles algo de mi vida, la forma en que disfruté de ver a mi mujer con otros tipos… Conocí a Elizabeth una noche de verano, en una cena de amigos a orillas del río, ella era castaña de nacimiento, rubia por elección, sus largos y lacios cabellos llegaban a media espalda, de rostro delgado donde resaltaban unos enormes ojos verdes, ese verde esmeralda que hace imposible no rendirse ante tanto esplendor, de boca sexi y prominente, gruesos labios, de contextura delgada, pechos pequeños, cintura escueta y una colita redondita y respingona que no pasaba desapercibida, lucia unas calzas engomadas en borravino que dibujaban sus anchas pero justas caderas y sus espigadas piernas, fue amor a primera vista… Tenía veintitrés, yo le llevaba dos años, nos enamoramos, nos casamos, fuimos felices, era excelente en la cama, y desde primer momento supe que era una chica con mucha experiencia, cosa que no me molestó, yo también había tenido muchas mujeres antes de conocerla… Nos fuimos vivir a España, nos establecimos en Madrid con la idea de ganar algunos pesos para encaminar nuestro futuro para pensar más adelante en nuestros niños. Pero las ...
... cosas no salieron como las habíamos imaginado, así que diez años después decimos regresar a Argentina con más fracasos que éxitos bajo los brazos. Rosario, nuestra ciudad natal nos recibió nuevamente y pusimos un micro emprendimiento con el que hoy nos ganamos la vida. Con unos treinta y cinco años, Elizabeth estaba en su mejor momento, en su plenitud sexual hecha una puta en la cama, en la cúspide de su belleza, ya con un cuerpo de mujer, aun sin cumplir el sueño de ser padres. Todo empezó por casualidad, como suelen comenzar estas cosas… Fines de octubre, domingo de primavera, pero con calor de verano, fuimos a pasar el día a un balneario muy famoso en la ciudad, arena a orillas del río, como tantas veces habíamos ido, solo que no sería un domingo más… Elizabeth estaba hermosa, en su traje de baño color chocolate, con su colita exultante de lleno al sol, en una diminuta tanga que dejaba lucir sus generosos y perfectos glúteos, aunque honestamente ella era solo una mujer más entre tantas, Rosario tiene la fama de ser la ciudad de las mujeres hermosas, y en esa playa uno podía darse cuenta el porqué de aquella fama… Ella estaba boca abajo y yo como un tonto pasando bronceador en su espalda, aunque mi atención estaba en su culo, fue cuando alguien nos saludó, Matías, un viejo conocido que hacía mucho tiempo que no veíamos… Matías y mi esposa se conocían antes que yo llegara a su vida, yo era consiente que habían sido amantes en algún momento, pero eso era ...