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Cuando se cogieron a mi mujer
Fecha: 25/01/2021, Categorías: Gays Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
... pasado, un pasado de quince años… Él estaba a su vez con un amigo, un tal Carlos, al que nos presentó en ese momento… Y como si fueran estampillas en un sobre, ellos se pegaron a nosotros, y empezamos a recordar historias, a hablar de nuestras vidas, de nuestros días en España, y todas esas cosas que suceden cuando ha pasado tanto tiempo… Y veía como a pesar de todo, esos dos muchachos se comían con la mirada a mi mujer, y lejos de molestarme, sentí excitarme por la situación, ella era mía, y ellos deseaban lo que era mío… Fui por unas cervezas, el calor se hacía insoportable, y a la distancia, mientras esperaba las latas pude ver entre la gente a mi esposa flanqueada por esos tipos, imaginé situaciones, y me excité en soledad por mis propios pensamientos… A mi regreso, mientras bebíamos solo quedé pensando en posibles situaciones, en que haría yo si… o tal vez si ellos… o si mi mujer… Solo hablamos un poco más, hasta que ellos siguieron su camino, no sin antes de intercambiar nuestros números de celular… En poco tiempo teníamos un loco grupo de Whatsapp, la esposa, el marido, el ex y un cuarto que había caído como con paracaídas… Y entre risas y bromas empezaron los juegos de seducción, Carlos, seguramente por respeto era el que menos participaba, pero Matías no perdía oportunidad para insinuar lo hermosa que estaba Elizabeth, mi mujer, lejos de molestarse se reía con cada halago y yo solo seguía el juego, un juego que me excitaba, me excitaba ...
... demasiado… Matías y yo intercambiábamos chanzas acerca de las curvas de Elizabeth, y ella era testigo en silencio de todo esto, hasta que el me insinuó la posibilidad de que yo le regalara algunas fotos de mi mujer, fue el principio del fin… Elizabeth se mostró dispuesta a todo, cómplice, así que de común acuerdo le tomé varias fotos, con lencería, sin lencería, desnuda, semi desnuda, mostrando su conchita, mostrando sus caderas, su deseable culo. Y el pasarle al grupo esas fotos se me hizo irresistible, caliente, ella era hermosa, y empezaba a compartirla… Que alguien me dijera ‘… que hermoso culo tiene tu mujer… me regalas una foto?’ era algo que yo no podía resistir… Y mi esposa? caliente, caliente como una perra en celo, disfrutando ser deseada y más cuando Carlos nos sorprendió con un ‘que hermoso culo… me hice una paja con ese culo mami… gracias Jorge por compartirlo!’ Y el final del juego era previsible, nadie se sorprendió cuando en el grupo se sugirió juntarnos los cuatro, ellos se querían coger a mi mujer, mi mujer estaba ansiosa por estar con ellos y yo, me intrigaba saber que sucedería conmigo en un rol de espectador, así que cuando Matías dijo que su casa estaba disponible para compartir una cena de amigos, los cuatro sabíamos que quería decir… Unas horas antes depilé prolijamente a Elizabeth, quería que luciera perfecta, lo hice casi por completo, dejando unos pequeños bellos cortados al ras muy por encima de su clítoris, siempre se me hizo excitante ...