Nuevas funciones en el trabajo
Fecha: 27/01/2021,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... enorme bofetada. ¡Obedece zorra! entonces le dije "follame!, y recibí otra bofetada. Con más ganas! y dije follame, follame, FOLLAMEEEEEEEEEEEEE y de repente me la metió entera de golpe, y agarrado a mis rodillas se puso a bombear. Me escocía la cara de los tortazos, pero mi coño ardía de placer. Notaba como caía flujo por mis muslos mientras me follaba. Entonces me la sacó y se apartó, haciendole una seña a mi jefe para que se acercara, diciendole que iba a por otro whisky y que aprovechara para follarme. Mi jefe ni se lo pensó, y tal y como estaba me la metió desesperado, sudando y gimiendo como un animal. Luis volvió con su copa y sonreía, a mi me ponía cachonda ver a mi jefe perder los papeles mientras me la metía. Luis le dijo, correte sobre ella, no dentro. Al oir la palabra correrse mi jefe se excitó aún más, bombeando más deprisa. De pronto se la sacó y Luis, reaccionando rápido, me agarró del pelo tirandome al suelo y echando mi cabeza hacia atrás. Mi jefe se pajeó gimiendo mientras se corría sobre mis tetas. Quedé llena de leche, y mi chocho palpitó de placer al oir a Luis exigir a mi jefe que me limpiara ...
... con la lengua. Se quedó atónito, pero debió pensar -igual que yo- que tenía que ceder, así que se arrodilló junto a mí y empezó a lamer su propia leche. Yo estaba cachonda como una perra y separé un poco las piernas para acariciarme el clitoris mientras me chupaba. Cuando estuve más o menos limpia, Luis me tomó del pelo y me llevó hasta el sofá. Me acercó al reposabrazos y me hizo darme la vuelta, luego me empujó y caí sobre el sofá dejando el culo en pompa. Me separó las piernas, y me la metió sin piedad, agarrado a mi culo. Me azotaba mientras follaba, y bien fuerte. Noté que estaba a punto de correrse cuando me la sacó, me agarró del pelo e hizo que me diera la vuelta y me arrodillara, para correrse en mi cara. No dejó de pajearse hasta que la última gota estaba sobre mi cara. Luego me pidió que se la limpiara con la lengua, y cuando lo hice, se levantó, se vistió tranquilamente y se despidió de mi jefe sin decir ni una palabra. Yo estaba gimiendo, aún excitada, y cuando mi jefe volvió de acompañarle a la puerta me encontro masturbandome tumbada en el sofá, y su polla volvió a empalmarse mirando como me corría.