Aposté a mi novia... y perdí... pero gané - Relatos Eróticos

Aposté a mi novia... y perdí... pero gané

... de ver o escuchar. Di vueltas por la maldita casa y no encontraba forma de ver lo que pasaba en ese cuarto. La única forma era un balcón que había contiguo a ese cuarto. No lo pensé. Salí y escalé la pared y llegué al bendito balcón. Al mirar me quedé de piedra al ver a Nadia y mi nena sentadas en la cama mientras Susana, de rodillas, se la chupaba a Pedro.

No podía creerlo pero la Susanita lo chupaba como una posesa. Pedro les hizo señas a las dos chicas más para que se quitaran la ropa. Cosa que hicieron mientras miraban. Las hizo arrodillarse frente a él. Y que se la mamaran por turnos.

Mi nena era la última y yo rezaba para que no lo aceptara cuando le tocara su turno. Primero Susana que ya tenía la garganta acomodada para la enorme verga de Pedro, luego Nadia que ya la había probado, y llegó el turno de mi novia que se quedó mirando la dimensión de la polla de Pedro. Cuando éste la tomó de la cabeza para hacérselo tragar. Tocaron a la puerta. Las tres chicas se asustaron pero Pedro las calmó. Él mismo fue y abrió la puerta: se trataba de sus dos amigotes. Uno era un negro bastante fuerte, bajito. El otro rubio altísimo. Ambos entraron y se sonrieron con las niñas arrodilladas frente a la polla erecta de pedro. Las tres chicas se miraron y ya no había nada que hacer. Los dos tipos comenzaron a quitarse su ropa y a acercarse hacía la chica que más les gustara y sin ningún problema ahí estaban los tres con sus pollas metidas en cada una de las boquitas de estas tres ...

... bellezas.

Mi novia se lo chupaba a un negro bajito con su polla bastante gruesa, Nadia a Pedro y Susanita al rubio como de 1.90 de altura. Todo parecía como en una película porno. Ellos iban cambiando de boca para probar a cada una de las tres putitas que tenían en frente. Cada chica probó las tres vergas. Después de un rato comenzaron a follarlas de una forma brutal.

Cada uno buscaba las mejores posiciones para perforar a las bellezas. Mi nena estaba siendo partida a la mitad por la tranca del negro que la tenía a gatas y se metía a fondo. El rubio estaba sobre Susana abriéndole las piernas y dándole clavo como una maquina. Y Nadia estaba sobre Pedro cabalgándolo.

Estaba aterrado con las tres chicas, no sólo porque eran unas verdaderas diosas por lo bellas sino por lo putas que se veían aceptando ser penetradas como si fueran unas cualquiera. Pues los tres tipos se las estaban follando a tope como a cualquier vulgar puta. Y a ellas parecía encantarles.

Nuevamente cambiaron de pareja. Ahora mi nena estaba sobre la verga del rubio alto cabalgándolo como lo hacía conmigo dándome la espalda, el tipo la tiraba del cabello para que bajara y subiera a su ritmo. Susanita ahora estaba en cuatro y creo que el negro la estaba follando por el culo porque se veía cómo la montaba de forma más alta. Nadia estaba en el borde de la cama con las piernas abiertas mientras Pedro la perforaba. Lo hicieron por el lapso de una hora. Fue una orgía tremenda. Siguieron cambiando de parejas ...