Aposté a mi novia... y perdí... pero gané - Relatos Eróticos

Aposté a mi novia... y perdí... pero gané

... hasta que cada uno descargó sobre las tres chicas.

El negro terminó sobre los senos de Nadia que los apretaba para bañarlos con semen; la espalda Susana era chorreada por los líquidos del rubio que acababa de follarla por el culo. Y mi nena estaba mordiendo las almohadas mientras Pedro le descarga en su culito paradito pues estaba como una perrita mientras el tipo de la apuesta la penetraba con fuerza.

Después de descansar un rato y arreglarse un poco El negro salió junto con Nadia, el rubio con Susana y Pedro se quedó con mi nena.

Desnudos en la cama él la invito a ducharse. Ella aceptó y yo la odiaba porque eso era lo que hacíamos juntos. Desde el balcón no podía ver lo que hacía pero escuchaba los gemidos de ella. Seguro se la estaba follando de nuevo bajo el agua.

Salieron y creo que él no terminó porque de una la acostó y comenzó a follarla sobre la cama. Ella estaba en otro mundo, la veía hermosa mientras le pedía más verga a Pedro. Mientras su sudor manchaba la cama, mientras apretaba los dientes al ser penetrada una y otra vez. La amé en ese momento. Ella lo cabalgó, luego dejó que se la metiera nuevamente por su traserito, etc.

Un rato más Pedro se detuvo y sacó su verga de ella. La hizo arrodillarse y él se puso de pie. Ella comenzó a chuparle la polla. Él la follaba por la boca. Mi nena no dejaba de mirarlo mientras Pedro disfrutaba con la súper mamada de mi nenita linda. Cuando estuvo listo para eyacular le sacó la polla y comenzó a meneársela y de ...

... un momento a otro explotó sobre la carita de ángel de mi nena. La bañó totalmente y luego se la restregó por todo el rostro. Ella lo lamió hasta dejarlo limpio. Él le tocó la cabeza como si se tratara de un animalito que hizo bien se trabajo. Ella le sonrió. Fue al baño mientras Pedro se vestía. Al salir mi nena él le dio un papel. Me imagino que el número de teléfono o algo así. Y salieron juntos.

Yo me quedé un rato más en el balcón. Luego bajé lo busqué. Lo felicité y le di su billete. "yo nunca pierdo esto" me dijo el cabrón. "qué suerte tenés" le dije yo. "y eso que fueron tres y ya viste que sólo había podido pero a mis amigos no los iba a dejar sin pasársela bien con estás putitas de universidad... ¿cierto?" me dijo y yo le sonreí. Quedamos para una próxima.

Mi nena me encontró al rato y se hizo la tonta. Seguí como si nada. Luego en su casa le conté todo lo que había visto. Ella se alarmó pero yo la tranquilicé diciéndole que todo bien. Pero que de ahora en adelante no me fuera a salir con cosas sin yo saberlas, porque me había dado cuenta que me encantaba verla ser penetrada por otro. Ya se imaginaran lo que vino después. Ya habrá tiempo para contarlo en otras historias. Porque cuando ya la vi convertida en una verdadera puta pues no iba a dejar pasar esto por unos celos estúpidos. No, nada de eso. Esto es para aprovecharlo, pero ya les contaré...

También tengo para contarle sobre Pedro que sigue siento ídolo por acá. Además creo saber el truco para que las ...