1. Mi primo, el mecánico


    Fecha: 30/01/2021, Categorías: Primera Vez Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Meses después de casarme con Víctor, una de mis tías mayores celebraba sus setenta años y entonces nos invitó a ambos a compartir un asado en su casa. Mi tía Martha también era mi madrina y por ello sentía una especial predilección por mi.Sus hijos eran Martita, que había sido siempre mi gran compinche desde chica y Armando, mi primo el mecánico; un cuarentón que defendía a muerte su soltería, siempre un reo simpático, siempre desaliñado, oliendo a gas oil y con unas manos ásperas, que cada vez que me veía me recorrían la cola con mucho descaro…Llegamos temprano y encontramos a otro de mis primos ya haciendo el asado. Víctor fue a conversar con el frente a la parrilla y a compartir un vaso de vino. Mientras yo me quedé en la cocina, conversando y tomando unos mates con mi tía y mi prima.Un rato después llegó mi primo Armando. Saludó a su madre y después se me acercó sonriendo. Besó mi mejilla mientras su mano acariciaba mi cola como siempre acostumbraba a hacerlo.“Qué haces, nena, tanto tiempo?” “Estás muy linda…” Me dijo.“Gracias nene…” Atiné a responderle, mientras lo miraba de arriba abajo. Verlo tan de cerca con esa ropa sucia, la barba crecida y olor a sudor, me hizo mirarlo de otra manera. Me calentó mal.Seguimos mateando con Martita, pero no podía dejar de pensar en mi primo. Apenas había podido retomar la charla cuando apareció otra vez recién bañado y muy pulcro, envuelto en una toalla y con el torso desnudo. Ahí sentí que me mojaba como una pendejita…Lo recorrí de ...
    ... pies a cabeza, sus brazos enormes, sus hombros anchos, su torso velludo… Me sentí desbarrancar…Quería que mi primo me cogiera en ese mismo instante, delante de mi prima, de mi tía… de mi propio marido…Me miró extrañado y me preguntó muy solícito:“Nena estás bien…? Se te ve un poco pálida…”Apenas pude balbucear para preguntar dónde quedaba el baño.Armando me tomó del brazo y se ofreció a acompañarme, arrastrándome por un largo pasillo repleto de puertas.“Ahí está, nena…” Me dijo señalando una puerta, mientras me daba un rápido y muy sonoro chirlo en la cola…Eso fue la gota que rebalsó el vaso. Apenas tuve tiempo de entrar y cerrar la puerta, cuando caí al suelo con mi mano aferrando mi concha. El orgasmo que tuve fue tan intenso, que no tuve otro remedio que morderme los labios para no aullar como una perra…Me calmé un poco y me senté en el inodoro. Me quité la tanga totalmente empapada; abrí al máximo los muslos y me hice una tremenda paja con mis dedos. Me costó mucho no gritar al acabar.Mucho más relajada, guardé la tanga sucia en un pequeño bolsillo de mi falda y salí del baño. El largo pasillo me desorientó y manoteé la tercera puerta que encontré, pensando que había llegado a la cocina.Terrible error. Era la habitación de Armando, sucia y desaliñada como su dueño. Lo encontré acostado boca arriba en la cama, fumando y todavía con la toalla anudada a la cintura.Un bulto ahora bien prominente, podía notarse bajo esa toalla.Armando sonrió al verme. Rápidamente giré sobre mis ...
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