1. 3 no son multitud


    Fecha: 25/10/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... seguía allí de rodillas, su polla espléndida de nuevo me apuntaba desafiante, pero esta vez se arrodilló enfrente de mí y comenzó a acariciarme, se detuvo un rato en mis pezones, los cogió, los pellizcó, y yo notaba como mi polla iba poniéndose nuevamente en forma, cuando una de sus manos me la agarró y empezó a masturbarme muy despacio, se nos unió Patricia que puesta de pie, acercó mi cabeza a su coño; la agarré por las cadera y la di la vuelta, de manera que quedó su culo a la altura de mi boca, le separé las nalgas y comencé a chuparle el ojete introduciéndole un dedo para dilatárselo. Joao por su parte se agachó sobre mi polla y la comenzó a mamar de una forma muy dulce, una de sus manos se deslizó por debajo de mis huevos hasta tocar mi culo y empezó a presionar ligeramente sobre mi agujero con su dedo, hasta que finalmente lo introdujo, yo me contraje, pues noté un cierto dolor aunque el placer lo superaba con creces. Poco a poco los dedos entraban y salían de los respectivos agujeros con mayor facilidad, lo que daba prueba de la dilatación que estaban sufriendo. Me levanté y me tumbé en el sillón esperando que Patricia se sentase sobre mi, lo hizo literalmente y mi tranca se fue introduciendo en su culo, hasta que me oprimió los cojones, comenzó a subir y bajar ante el delirio de mi interior que notaba como se iba cargando en la esperanza de correrme dentro de aquella cueva maravillosa,. Entonces se recostó hacia a tras y dejó al descubierto su coño, ante eso Joao se ...
    ... puso en marcha y la penetró sentado sobre mi. Nosotros dos permanecíamos prácticamente quietos y era Patricia quien se movía, quien ponía el ritmo, quien llevaba las riendas de este desbocado galope. No sé si fue la casualidad, o la fortuna, o el qué, pero cuando ella empezó a acelerar su ritmo y llegó el momento del orgasmo fuimos los tres a la vez los que lo alcanzamos, creo que nunca tres personas han estado tan unidas como en ese momento estuvimos Patricia, Joao y yo.
    
    Después de eso nos quedamos un rato tumbados, sin decir palabra, hasta que Patricia comentó que tenía hambre, preparamos algo de cenar, y nos echamos en el sillón a ver una peli, a ninguno nos apetecía salir ya, a sí es que dejamos pasar el tiempo tirados desnudos ante la caja tonta. No recuerdo ni cuando ni como sucedió, pero al cabo de un rato Joao, que estaba sentado en suelo, apoyado contra el sillón en el que estábamos tumbados Patricia y yo, cada uno para un lado con los pies entrelazados; se incorporó, y empezó a chuparme la polla mientras con sus manos acariciaba el coño y el culo de Patricia, ante lo inesperado de su reacción mi polla respondió irguiéndose rápidamente, oía gemir a mi chica, y eso contribuía a mi erección. Joao decidió pasar a la acción total, se subió al sillón, a horcajadas sobre mí y se fue introduciendo mi nabo en su culo, así, sin dilatación ni lubricación, bueno mi polla estaba empapada por su saliva y mis jugos. Noté como rompí la débil resistencia de su esfínter, y se fue ...