Confesiones minoritarias
Fecha: 02/02/2021,
Categorías:
Bisexuales
Autor: roura92, Fuente: CuentoRelatos
... cuando termine los estudios —me falta el doctorado— y tenga una cierta idea de dónde y cómo voy a vivir, replantearé este tema. Pero en los relatos, a menudo, se da por supuesto que una chica de 23 años o mucho más joven lo normal es que tenga o haya tenido novio. Y no soy solo yo la rara en este aspecto, de mis compañeras de la universidad, más de la mitad estamos en este caso. Quizás en otros países las parejas se formen mucho más pronto. Añado que estoy emancipada y vivo sola desde la mayoría de edad, por circunstancias que no vienen al caso.
Tampoco bebo, ni fumo, ni tomo ninguna clase de droga. Mi madre, que tuvo la desgracia de morir cuando yo tenía diez años, se había preocupado de que conociera —directamente— los peores efectos del alcoholismo, el tabaco, las drogas y también de las relaciones sexuales de riesgo. Nunca se lo pude agradecer directamente. No es que sea abstemia, puedo tomar una copa de vino o de cava en una comida de celebración o en la inauguración de una exposición, pero en otras circunstancias, ni siquiera recuerdo haber tomado nunca una cerveza con alcohol en un bar. ¿Buena hija y conservadora? En absoluto, tuve problemas muy graves y continuos con la segunda mujer de mi padre hasta que me echó de casa el día que cumplí 18 años.
No uso joyas ni maquillaje, nunca me he pintado los labios, las uñas o los ojos, ni me he teñido. Incluso, gracias otra vez a mi madre que lo consideraba discriminatorio respecto a los hombres, no tengo agujereadas ...
... las oreja y nunca he podido llevar pendientes. Y no me causa problemas, a las personas a las que les resulto atractiva, no les importa en absoluto. Sí, me gusta la colonia de lavanda, pero tampoco uso otros perfumes más sofisticados. No tengo ni una falda, como máximo un par de vestidos que me pongo cuando tengo que cantar en un concierto, por aquello de ir todas vestidas de manera similar. No sé si todo esto tiene que ver con mis tendencias sexuales, no es que quiera ir vestida de hombre en absoluto, es que rechazo los indicadores externos de feminidad.
Otro factor que me hace «rara» es que no soporto muchos tipos de música, empezando por el género pop. Desde pequeñita que me gusta la música clásica, incluso tengo un grado medio de canto. Y en otros géneros me gusta el canto coral o incluso el rock sinfónico. Pero no los bailables. Quizás tenga que ver con mi absoluta incapacidad para bailar o seguir el ritmo con los pies. No, nunca he ido a una discoteca o similar.
Seguramente hay quien pensará que con estos condicionantes debo ser antisocial o que no encontraré nunca pareja. Dejando al margen que por pareja aquí no me refiero a novio o novia, jamás he tenido ningún problema en encontrar relaciones. No en la discoteca o en los bares, pero sí en el ambiente del canto, del deporte —hago montañismo y escalada—, de la literatura, el de las asociaciones culturales, o en algunas otras aficiones que tengo.
Otro punto en el que me veo distinta a lo que cuentan los relatos, y ...