Aprendiendo de la puta de mi madre - Relatos Eróticos

Aprendiendo de la puta de mi madre

... no te preocupes por el arquitecto, una vez que termine de pagarles a los muchachos él se va, solo te estas al pendiente para que en cuanto salgan cierres la casa.

Pensé, ésta es mi oportunidad.

En cuanto mamá salió me metí a bañar. Me bañé un poco rápido y en cuanto salí, fui a la recamara de ella a traer la crema corporal que suele usar, para que cuando estuviera cerca del arquitecto me oliera como a mi mamá. Me sequé todo el cuero, me puse crema, me puse mis pantimedias en color natural y rotas y claro, sin ropa interior, la falda de puta que me compré, mi blusa de pijama y sin sostén, además mus en el cabello y lista. Mi hermano no me preocupaba, sabía que la única hora en que saldría de su cuarto sería a la hora de comer, se mete a jugar con sus videojuegos y no hay nadie quien lo quite de la pantalla.

El tiempo pasaba muy lentamente y nadie se iba de casa, hasta que de repente escuché que me llamaban, era él, el arquitecto. Mi cuerpo comenzó a temblar de la emoción, mis piernas temblaban y siento que por la misma razón, me mojé. Sé que el argumento que le iba yo a dar era muy tonto, pero lo que quería hacer no necesita de muchos argumentos.

Le dije desde mi ventana sin asomarme demasiado para que nadie me viera, más que él; por favor, puede subir? Necesito que alguien me ayude y mi hermanito no puede hacerlo. Me dice si, que necesitas? Le dije – por favor, suba la escalera porque voy a bajar algunas cosas que están hasta la parte alta de mi ropero, pero yo ...

... no me la aguanto.

Vi cuando los albañiles salían de la casa, tomó la escalera y subió hasta mi cuarto. Cuando le abrí la puerta se quedó con la boca abierta...

-a ver, que necesitas?

-voy a bajar unas cajas que están hasta allá arriba, necesito que me ayude a sujetar la escalera para que no me vaya yo a caer.

Comencé a subir muy lentamente, haciéndome la tonta, aunque en realidad mi cuerpo estaba temblando. Subí poco a poco y él se ubicó justo detrás de mi. Cuando estaba ya en el último peldaño me inclinaba hacia enfrente y sentía aire en las nalgas, quiere decir que estaba expuesto mi culo hacia él. Él me hablaba y sentí que también de repente su voz temblaba. Así estuvo por un tiempo más o menos de unos 10 minutos.

Cuando tomé una caja comencé a bajar y ya estando a dos peldaños de llegar al suelo empujé mi pie hacia adelante y caí en él. Se fue hacia atrás y cayó en mi cama, yo encima de él. De inmediato puso su mano entre mis piernas y sin soltarme me dijo, hueles igualito a tu mamá. Sentí sus manos fuertes en mis nalgas, pero por debajo de la falda. Sus manos trataron de aferrarse a mis piernas y a mis nalgas y sentía como me apretaba, yo no hacía nada, solo me deje llevar, no hablaba y me dedique a disfrutar sus caricias, que para ese momento estaban más ardientes.

Abrí las piernas y sentí como intentó meter uno de sus dedos en mi panocha, instintivamente intenté cerrarlas fuertemente pero ya no pude, uno de sus dedos se introdujo en mi panocha y fue la ...