1. La historia de Claudia (19)


    Fecha: 26/10/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... Rosario mientras echada hacia atrás seguía sobándose a dos manos sus grandes tetas.
    
    En medio de los lengüetazos al pie de Rosario, la cachorra reprimió una queja por ese empecinado tratamiento de varón que la mujerona le daba y prefirió pensar en el placer que obtendría cogiéndose a Claudia.
    
    -Esperá. –dijo Nelly y levantándose con algún esfuerzo fue hasta su dormitorio, del que volvió trayendo un arnés con un dildo de considerables dimensiones.
    
    -Parate. –le ordenó a Laura.
    
    -Vos en cuatro patas. –dijo Rosario dirigiéndose a Claudia con tono imperativo.
    
    -Sí, señora Rosario. –contestó la joven al tiempo que se excitaba aún más pensando en la cogida que le daría la cachorra.
    
    Nelly le colocó el arnés a Laura, que temblaba de calentura, y le dijo:
    
    -Mirá, nenita, mirá qué buena hembra tenés a tu disposición... Mirá que gran culo tiene...
    
    -Separá las rodillas. –le ordenó Rosario a Claudia y cuando ésta lo hizo Nelly le ubicó a la cachorra arrodillada entre las piernas. Inmediatamente hundió dos dedos en la concha de Claudia y los sacó empapados de flujo con el cual untó el dildo para después meterlos en la boca de Claudia:
    
    -Limpiámelos bien. –le ordenó, y Claudia chupó esos dedos tragándose los restos de sus propios jugos.
    
    Nelly volvió a sentarse y le dijo a Rosario:
    
    -No te imaginás lo mojada que tiene la concha esta puta.
    
    Y Rosario se dirigió a la cachorra:
    
    -Bueno, rico, dale, metele ese juguete en el culo...
    
    Laura apoyo una mano en el ...
    ... borde las anchas caderas de Claudia y con la otra tomó el dildo y lo llevó hacia el objetivo, ese pequeño orificio rosado que a priori parecía incapaz de contener semejante volumen.
    
    Empujó un poco mientras Claudia comenzaba a jadear, hambrienta de goce, y por fin, después de algún esfuerzo, comenzó a penetrarla despacio, conteniendo al principio la respiración hasta que el dildo estuvo por completo dentro del culo.
    
    -Aaaahhhhhhh... gimió largamente Claudia al sentir esa presión entre dolorosa y placentera. Laura apoyo ambas manos en las caderas que se balanceaban a derecha e izquierda y empezó a moverse al ritmo que le dictaba su excitación.
    
    Desde el sofá, ambas mujeronas seguían la escena muy calientes, deslumbrada por el espectáculo de alto voltaje erótico que ofrecían ambas esclavas.
    
    Rato después, cuando advirtieron que el orgasmo se aproximaba, se lanzaron sobre ellas y las separaron brutalmente entre las protestas y súplicas de ambas perras que ellas respondieron con carcajadas y burlas crueles:
    
    -¡Basta, putas calentonas! ¡¿O creen que van a acabar antes que nosotras?!
    
    -¡¿Qué se han creído que son?! –completó Nelly. -¡Son sólo miserables esclavas! ¡Meros animales y no tienen más derechos que los que nosotras les concedamos! ¡¿Está claro?! –y no contenta con humillarlas de tal manera las abofeteó duramente hasta que el dolor de esos golpes y la enorme tensión sexual no satisfecha las precipitó a un llanto maníaco.
    
    Mientras Rosario quedaba en el living con ...
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