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El villerito1: los comienzos
Fecha: 09/02/2021, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
... Después de cuatro o cinco cagadas a palo, ya todos en la villa sabían que el culo de Claudio era intocable, pero en el fondo, yo quería que me lo tocaran!!, me lo seguía mirando en el espejo y me seguía preguntando, cómo será? La ocasión llegó sin buscarla, cuando yo ya andaba por los 11y mi culito estaba más espectacular que nunca. Una tarde de domingo yo estaba solo mirando pasar los trenes. En eso se me acercó Tomás, el tío del Bocha. El tío del Bocha vivía en la villa, con la hermana, pero después de una violenta discusión, la hermana lo había rajado de la casilla, hacía como dos años. Dos meses atrás, la hermana se había quedado sin laburo y el tío del Bocha había vuelto a la casilla. El Bocha se dejaba, eso lo sabíamos todos. Tomás tenía como 30, era muy morocho, flaco, de ojos siempre rojos, se reía fácil. Nos saludamos, charlamos dos pavadas, y ahí me dijo que en uno de los galpones de Saldías había encontrado una caja llena de pelotas nro. 5, de cuero, de buena marca. Me ofreció una. Acepté de inmediato. "Me acompañás a buscar la caja y la repartimos entre todos los pibes?" Salimos los dos rumbo a Saldías, caminando entre vagones viejos, galpones abandonados y montañas de basura. Llegamos, el chirrido de la puerta espantó las palomas, el galpón estaba en penumbras, la luz entraba por los agujeros del techo. Adentro, un viejo Bedford oxidado, estanterías derruidas, cajas desparramadas. En un costado una pila de pallets formaba una especie de pared. Pasamos detras de ...
... la pila, sobre el piso había un colchón rotoso y mugriento. -Y las pelotas?-, pregunté inocentemente. El tío del Bocha sonrió socarronamente- Si las querés me vas a tener que dar algo a cambio- -Qué querés?- volví a preguntar como el rey de los pelotudos. -Me vas a tener que dar el culito- Pensé mil cosas en medio minuto, me dejaba?, probaba al fin cómo era?, imaginaba la pelota blanca con el logo de la AFA. -Nnooo, no me dejo-, le dije en un tono que dejaba claro que dudaba entre el si y el no. Tomás insistió. -Animate, vas a ver que es lindo. Además, no le voy a contar a nadie. Me quedé en silencio, mis ojos apuntaban directo a su bragueta que estaba más que abultada. Se dio cuenta. - Quedate tranquilo, la tengo chiquita. Al Bocha le entra toda, no le duele y no sabés cómo le gusta! Ya lo sabía, el Bocha, era dos años más chico que yo, mi hermano a veces se lo cogía y yo lo veía por la rendija, culito chiquito, pijita de cinco centímetros, la de mi hermano le dolía. -Bueno, pero si me duele me la sacás! -Si, quedate tranquilo-, me dijo Tomás con una sonrisa de oreja a oreja. Me bajé el pantalón y el slip y me puse de espaldas a él. -No, sacate las zapatillas y la ropa de abajo. - Obedecí. Él hizo lo mismo. Vi su verga, la tenía de unos 18 no muy gruesa, la de mi hermano es más grande y más gorda. -Acostate en el colchón. - Con un poco de asco obedecí, el olor era horrible, el tacto era grasoso, pero no tuve mucho tiempo de atender a mis sentidos. Tomás se arrodilló entre mis ...