1. El joven y la madura Nalgona


    Fecha: 09/02/2021, Categorías: Anal Sexo con Maduras Primera Vez Autor: comechocho, Fuente: xHamster

    Comparto este relato....muy bueno.Hola, secreto tambien me gustaria que tu compartieras algunos relatos, a mi tambien me gustan mucho, me lo envio una amiguita y lo transcribo Slds analau!LA MUDANZASiempre soñé con desvirgar a un muchacho. Creoque es el deseo de toda mujer que pasa la barrera de los 40 años y desea que un hombre lehaga revivir la misma calentura que tenía a los16. Un hombre que disfrute su cuerpo, sin hacerle caso al paso del tiempo. Un hombre joven, virgen de sexo, capaz de echarle cinco polvos en una noche.Yo tuve hace poco esa oportunidad. Y no ladesaproveché.Estaba en plena mudanza de barrio y, por ser día laboral, mi marido no podía ayudarme a empacar las cosas, ni a echar a la basura tantos trastos que una guarda a través de los años. Como sabía que me iba a llenar de tierra preparando las cajas, me puse ropa cómoda. Apenas unos shorts de algodón, una camiseta tipo top, bien cortita y por supuesto, nada de ropa interior. Estaba preparada para moverme cómodamente y sudar como negra.Habré corrido cajas, botar basura, empacar ropa, durante unas tres horas sin parar. Pero ante el desafío de bajar sola unas cajas del altillo por la pequeña escalera, me dí por vencida. Era una tarea difícil de hacer por una sola persona. Se necesitaban, por lo menos, dos. Al mirar por la ventana del altillo, se me prendió la lamparita...Allí a pocos metros de mi casa, en la casa de mi vecino, Jorgito estaba jugando con su aro debasquet. Pude observar durante un momento, ...
    ... lavitalidad de ese jovenzuelo de unos 15 años,como mucho, que corría y saltaba embocando elbalón en el aro.Abrí la ventana y le dije si me daba una manobajando unas cajas del altillo. El asintió a mipedido, explicándome además que no habíaproblema, ya que no había nadie en su casa quelo necesitara. Corrí a abrir la puerta, subimos con Jorgito hasta el altillo y le expliqué el problema.Hasta ese momento, juro que ni se me habíacruzado por la cabeza, la idea de tener sexo con el muchacho. Pero, allí solos, casi en penumbras,observando su cuerpo transpirado de hacer deporte, un escalofrío de curiosidad recorrió mi cuerpo. Y me dije: ¿ por qué no ?Sobre la marcha preparé mi plan. Mientras Jorgito movía unas cajas, me agaché cuantas veces pude ante su mirada. Siempre tuve un culo grande, bien formado, pero en short de algodón, era exageradamente tentador. Además, noté que en cada agachada, se me metía la tela del short en mi peluda raja, seguramente, dejando a la vista del muchacho, mis carnosos labios vaginales.Puede comprobar que así sucedía, ya que cadavez que me inclinaba, Jorgito debaja de moverlas cajas en el altillo.Como para calentar más al muchacho, lepregunté si tenía novia. Me respondió que no,que nunca había tenido una aún. Yo le dije queera extraño que un joven tan apuesto y varonil,no hubiese aún besado a una mujer. Que ya lehiba a tocar el momento...Mientras hablábamos, sentí que mi raja sehumedecía de solo pensar tener un pedazo decarne joven, fresca, bombeando leche en ...
«123»