1. SOFIA Y ANTONIO: TENERIFE


    Fecha: 16/02/2021, Categorías: Anal Sexo con Maduras Masturbación Autor: PATRILUIS, Fuente: xHamster

    ... como su visión al entrar había hecho que me excitase.Me acerqué a la cama, mientras Sofía abría sus piernas y las recogía un poco apoyándose en los pies, exponiendo su sexo abierto al mío, dispuesta y deseosa de que le penetrase y yo de penetrarle; me recliné a su lado, y besé su boca, acaricié sus pechos para luego besarlos, deslicé mi mano por su cuerpo y acaricié su sexo; recorrí con mis labios y lengua su vientre, hasta su monte de venus; lo lamí mientras mis dedos continuaban acariciando su sexo, describiendo amplios círculos de modo lento, hasta que con mis labios se lo besé y con mi lengua reconocí su sabor húmedo, tibio, ligeramente salado y un poco ácido.Nos miramos, y sin palabras, sólo mirándonos, puse una almohada bajo sus nalgas, me arrodillé entre sus piernas, y Sofía cogió mi sexo con una mano, se lo frotó varias veces contra el suyo y lo dirigió justo al centro, atrayéndolo hacia sí, de modo que mi glande entró en ella.Me tumbé sobre Sofía, apoyé mi cuerpo sobre los codos, le abracé por debajo de sus axilas mientras las palmas de sus manos recorrían mi espalda, nos miramos y, mirándonos, me deslicé en su interior, lo más hondo que pude, de modo intenso.Sofía levantó su barbilla, en un claro gesto de aprobación, en una invitación a repetir el entrar y salir en ella, y repetimos una y otra vez, ese suave, lento, acompasado entrar y salir que, de modo inexorable lleva al orgasmo.Cada vez que llegaba al fondo de sus entrañas, un levantar de barbilla, un “uhm” ...
    ... invitándome a volver a hacerlo, una y otra vez.Mis movimientos se hicieron algo más rápidos, y el “uhm” de Sofía se convirtió con ellos en un respirar profundo, como de parto, no sólo de placer, sino para que yo respirase también de modo profundo, para hacer durar lo máximo esos momentos.Seguimos respirando, hasta que los músculos de nuestras caras se tensaron, apretamos los dientes y Sofía empezó a decir: “así Luis, sigue así”. Seguí. “Continúa”. Continué.Músculos tensos, dientes apretados. “Así Luis: quiero que me sientas igual que yo te estoy sintiendo”. Me sentía y le sentía, de modo intenso.Cerré mis ojos, respiré profundamente mientras Sofía, al verme, dirigió una mano a su sexo y sentí cómo se acariciaba el clítoris de modo urgente al tiempo que decía: “sigue, sigue, quiero correrme, necesito correrme, y quiero que te corras tú dentro de mí”.Sentía que mi orgasmo no podía esperar por mucho más tiempo, y las manos de Sofía atraían mi cuerpo hacia el suyo, con fuerza, cada vez que yo entraba hasta lo más hondo, como si quisiera que entrase aún más.“Mírame Luis, mírame; quiero que me mires mientras me corro y quiero que te corras tú también. Córrete, córrete. Mírame, mírame… ¡me corro, me corro, me corrooooooo¡”Sentí cómo el cuerpo de Sofía estallaba de placer, cómo sus ojos se cerraban sin poder evitarlo, cómo abría su boca para repetir en voz alta y sin parar “¡me corro, me corro, me corro!”, cómo su vientre palpitaba y la humedad pugnaba por salir de su interior, rodeando ...
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