1. Diario de un padre VI (Liam, la sobrina preferida)


    Fecha: 02/03/2021, Categorías: Jóvenes Autor: xverzo, Fuente: RelatosEróticos

    Después del regreso de ese viaje, extasiado, en casa todo pareció calmarse. Laura se centró en la prueba para entrar a la U.
    
    Ya había crecido bastante pasados 1 año y entró a la U por Idiomas Modernos. Eso me preocupó un poco, nunca pensé que le gustaran los idiomas. En fin, se iba de la casa para alquilar un apartamentito en la ciudad, pudiéramos pagar: ni muy lujoso ni muy precario. Mientras estudiaba para la prueba recuerdo que varias veces, desde la puerta de su cuarto la veía y se me venía a la cabeza que ya no la vería tan seguido y entonces iba hasta su escritorio, la alzaba en peso y sobre sus hojas rayadas la poseía desenfrenado mientras ella gemía también decía excitada: “papá, papá”.
    
    Esos días no volverían, como padre sabes que los hijos se van y difícilmente regresan aunque guardaba la esperanza de que con mi Laurita no fuese así.
    
    El día anterior a la fiesta hicimos una mini reunión en familia, pues mi hermana llegaba de viaje, justamente de terminar un post-grado en Alemania y pues también vino la madre de Laura. Esa mañana Laurita amaneció en mi cama, agotada, pues durante larga noche estuve follándola, a ratos hablábamos y cuando la sentía a punto de dormir, la volvía a coger hasta con más fuerza. Así que ese día, la mini reunión comenzó a eso de las 5pm. Habíamos dicho que a las 3 pero en vista de que mi hija y yo estábamos muy agotados, terminamos dejando el evento para dos horas más tarde. Me sentía resuelto, esa noche había sido suficiente como ...
    ... para que no pensara en Laura como objeto sexual sino como mi niña que se iba para hacerse grande y me agradaba ver que le hacía ilusión graduarse, ser una profesional. Ese día la vi como una adulta.
    
    Entre mi hermana y yo hicimos la comida. Preparamos un “Hühnerbraten”, bromeaba mi hermana, diciendo que a veces se le olvidaba el español, cosa que hacía solo por molestar. A eso de las 8:30pm, con el licor ya subido a la cabeza de mi hermana, que por cierto, se llama Ivanna; llegó una camioneta a la puerta de la casa. “Yo voy, yo voy” gritó Ivanna con el trago en la mano, “Es para mí, es Viktor, llegó la sorpresa”. La sorpresa no era más que un par de jovencitos: sus hijos. No los había mencionado en toda la noche así que apenas se bajaron de la camioneta, fueron la sensación de la fiesta. “¿Qué edad tienen?, ¿Cómo se llaman?, ¿Qué estudian? ¿Qué les gusta hacer? ¿Quieren algo de comer? Todas esas preguntas eran respondidas por esas tímidas miradas y en un español muy forzado.
    
    Eran Liam y Lukas. Lukas tenía 6 años y era regordete, con el peinado de honguito, una mirada fría, muy serio e Liam era más bien ligera, sonrisa radiante y rasgos finos y filosos. Después de la faena de preguntas a las que se unió incluso mi Laurita, yo mientras tanto interrogaba a mi hermana ¿de dónde salieron? ¿Cuándo? ¿Cómo? Y resulta que la mayor, no era hija de ella sino de su esposo Viktor y que el pequeño Lukas en cambio sí.
    
    Desde el principio me llamó la atención la pequeña, que no lo era ...
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