1. La vecina de Aldo


    Fecha: 02/03/2021, Categorías: Bisexuales Autor: cito63, Fuente: RelatosEróticos

    ... bochorno y anda viento sur. A propósito del viento sur... Si quieres traigo unas latas de casa, tenemos gran surtido, un tío mío trabaja en una conservera y nos aprovisiona.
    
    –Como quieras... Pero qué va a decir tu madre.
    
    –No hay nadie en casa, mis padres han salido a cenar fuera.
    
    –¿Qué ibas a decir del viento sur?
    
    –Nada, es una tontería, en algún sitio he leído que despierta el líbido en algunas mujeres, que las pone cachondas, pero en ti parece obrar el efecto contrario.
    
    Me miró forzando una sonrisa.
    
    –Voy a por unas latas, dije. Déjame la llave, así no tengo que llamar.
    
    –Anda con cuidado, recalcó.
    
    Cogí una lata de berberechos, otra de mejillones y una botella de vino de las que mi padre reservaba para las grandes ocasiones. Estaba descorchando la botella cuando Sandra salió de la ducha y apareció en la cocina enfundada en una bata cruzada y atada con un cinto, que casi la cubría por completo. Seguía mohína.
    
    –¿Tú vas a comer tortilla?, preguntó sin mirarme.
    
    –Sí. Me acercas unos platos para echar...
    
    –¿Todo eso nos vamos a beber?... Oye, ya que estás aquí vamos a cenar y luego te vas, ¿vale?
    
    –Ya sabes que cuando tú me lo pidas, me marcho. ¿Qué te ocurre?
    
    –Ya te lo he dicho, empiezo a tener mala conciencia... Estando en el cine me sentía ridícula cuando mis amigos, el matrimonio, se acariciaban o se daban un beso... Y se me ocurrió pensar qué haría yo si Jaime me dejara, y me entraron ganas de llorar... Y como si tuviera telepatía, en ...
    ... cuanto salimos me llamó al móvil... Yo quiero a mi marido, ¿sabes? Puede que no sea el mejor amante del mundo, y se lo toma todo muy a pecho y está lleno de preocupaciones y..., pero es atento y amable y le quiero... Y no me siento bien con lo que he hecho.
    
    –Está bien, yo no pretendo que dejes de quererlo, nunca intentaría tal cosa. Estás casada con él, que seguramente te quiere también, de lo contrario no tendría perdón. Pero no le has vendido tu cuerpo, y por lo tanto puedes seguir queriéndolo después de satisfacer unas necesidades, digamos fisiológicas. Cuando tienes hambre, comes, esté o no esté tu marido, y por ello no dejas de quererle; entonces, ¿qué pasa si el cuerpo te demanda otras necesidades? A él nada le estás hurtando. No te compliques la vida ni te comas el coco... ¿A qué se dedica?
    
    –Su padre tiene una empresa de materiales de construcción y cada vez se va desentendiendo de más cosas que recaen sobre Jaime.
    
    –Bueno, si va a heredar tendrá que saber cómo llevarla.
    
    –También trabaja su hermana en la oficina.
    
    –¿Y qué te contó de su día de caza?
    
    -Dijo que estaban muy cansados, que iban a cenar y pronto a dormir.
    
    –También puede que ahora estén en un puti-club, o unas tías le estén montando el numerito en la habitación, y seguro que ninguno de ellos tiene el más mínimo remordimiento. Algunos hombres consideran que ese comportamiento es normal, eso les permite satisfacer sus pequeñas perversiones, hacer lo que nunca harían con sus mujeres, por aquello ...
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