1. Perdida de mi virginidad


    Fecha: 02/03/2021, Categorías: Jóvenes Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que me daría un hermoso regalo. Ató mis manos al respaldar de la cama, separó mis piernas y las ató a los lados. Sentí que se montaba e imaginé que me haría sufrir dejandome a punto de orgasmo varias veces, entonces sentí un objeto cálido y grueso, al principio pensé que era un dildo, pero entonces Karla se colocó a mi lado y me dijo: Hoy van a desvirgarte, después de esto no habrán más excusas.
    
    Sentí el pene erecto de un hombre deslizandose lentamente en mi vagina, estaba muy lubricada y excitada, aquel sexo se hundió de un golpe hasta la base en mi vagina y di un grito de dolor y me sentí llena, pero el empezó a moverse y muy pronto tuve un fuertye orgasmo. Fue delicioso sentirlo con el dentro de mi cuerpo. Aquel hombre me cogía sin apuro, tocandome a placer, manoseandome suciamente. Karla me quitó las vendas y vi que estaba siendo cogida por nuestro vigilante, un negro enorme y grueso, y no se por qué volví a acabar. Karla me desató y me pidió que me abrazara a el. Lo hice y poco después el eyaculaba ...
    ... dentro de mi. Karla me pidió que me volteara para que me lo metiera por el culo. Sus palabras sucias me excitaron y volteé, para recibir un nuevo baño de semen, pero esta vez en mi ano. Al acabar los tres nos fuimos a la ducha, allí aprendí a satisfacer a un hombre con mi boca, siguiendo las instrucciones de Karla. Todo ese fin de semana fuí gozada alternativamente por mi amiga y el vigilante. El Domingo Karla me dió una pastilla y me dijo: Tomala por si estas embarazada. Desde ese día empecé a tomar anticonceptivos, pues el vigilante me hizo saber que me cogería cada día. Karla me entregó a otros hombres, todos de un estrato social bajo para que disfrutara machos de verdad, según ella. Por tres años fuimos amantes, por tres años fuí montada cada día por el vigilante de nuestra casa a distintas horas y en distintos lugares. Ahora iremos a la universidad en otra ciudad, donde viviremos juntas. Karla me provoca diciendome cuantos campesinos podrán gozarnos, pues ella también disfruta ser gozada por hombres rusticos. 
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