Secretos de primas
Fecha: 05/03/2021,
Categorías:
Confesiones
Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
... su vagina completamente depilada, se me hizo bonita, y me pidió que hiciera lo mismo con la mía. Tonteras…
Pero habría una tarde en que las cosas cambiarían, se rompería ese equilibrio eterno de autosatisfacción…
Esa tarde llegamos y como de costumbre fuimos a su cuarto, yo estaba particularmente deseosa ya que por culpa de mi período hacía unos días que me estaba aguantando, fue entonces cuando mi prima me dijo que tenía una sorpresa, que no hiciera nada y que solo la esperara.
La vi desaparecer y pasar al otro cuarto, al de su madre, o sea mi tía, volvió presurosa con una sonrisa en sus labios y una caja en sus manos, poniéndola sobre la mesa dijo
Mirá lo que encontré! Jurame que no vas a decir una palabra, si mamá se entera de esto me mata!
Juré cómplice besando mi dedo índice, en señal de cruz sobre mis labios, ella abrió la caja, para mí fue como la caja de Pandora, eran cosas íntimas de mi tía, algo de lencería, algunos preservativos, lubricantes íntimos, también había un pequeño látigo, unas esposas y un vibrador con forma de pene.
Imaginen el momento, la curiosidad, pensar si mi tía lo usaba con alguien o solo para autosatisfacerse, Yolanda tomo el vibrador y con picardía me dijo si me animaba a probarlo, que ella ya lo había hecho y sabía muy rico!
A mí se me hizo imposible resistir, y mi prima insistió de hacer las cosas ‘a su manera’, y yo no tuve reparos, pero les juro que nunca olvidaría ese momento, caí tontamente, mezcla de inocencia, ...
... desconocimiento y excitación…
Yolanda me dijo que solo me dejara llevar, que ella nunca me haría daño, me senté en mi lugar del cuarto, como de costumbre, sin siquiera sacarme una prenda, con intriga, ella me esposó una de mis muñecas, levantó la larga cadena que unían ambas esposas y la enhebró en un barral que estaba en altura y luego me sujetó la otra mano.
Imaginen mi posición, sentada con las piernas abiertas y mis brazos levantados al cielo, parecía más una prisionera de guerra que una chica que estuviera por recibir placer…
Ella vino por mi frente, lubricó un poco el pequeño juguete, corrió el frente de mi culote, y lo introdujo en mi conchita por completo, hasta la base amplia que tenía para impedir que se introdujera por completo, volvió a tapar mi sexo con la ropa interior y ya…
Hasta ahí no me pareció gran cosa, sentía ese juguete dentro pero… no pasaba nada… hasta que mi prima mostró sus cartas…
En mi desconocimiento, no había observado que el juguetito tenía pilas, y que ella tenía un control remoto inalámbrico entre sus manos…
Ella me miró con una risa perversa y empezó el sufrimiento, solo lo puso a vibrar, Dios! era como si en mi vagina se agitaran miles de hormigas embravecidas, era incontrolable, furioso, me mojé toda, fruncí el ceño, mordí mis labios, fue una dulce punzada en lo profundo de mi concha…
Yolanda lo detuvo por un instante, solo para disfrutar y hacerme desear, luego lo puso en marcha nuevamente, solo que ahora a mayor velocidad, ...