Segundo encuentro - Relatos Eróticos

Segundo encuentro

... en diagonal y la verdad me sentí en el cielo con esos movimientos taaan ricos que hacia sobre mi trozo de carne.

Gemimos de placer al mismo tiempo, y le dije si te sigues moviendo así me vas a sacar toda la leche, por lo que me dijo yo ya te gané y me vine sobre tu verga, a lo que le respondí donde vas a querer que te dé la leche, me dijo que la quería en sus tetas, por lo que se empezó a mover más rápido y cuando sentí venirme la quité y apreté la cabeza de mi reata me puse de pie y ella se hincó sobre la cama por lo que quedo a la altura y le llene sus tetas de leche cuando empecé a venirme solté mi cabeza pero ella me agarro el chile y dirigió la punta a sus pezones donde empecé a tirarle mis fluidos hasta que por fin termine de vaciarme sobre sus tetotas. Solo se limpió con una toalla mi leche y se tiró sobre mi abdomen para besarnos lujuriosamente.

No perdimos tiempo y al cabo de unos minutos de besos y más faje cachondo nos volvimos a prender, me dijo quédate recostado que otra vez me quiero subir yo; esta vez me monto pero en reversa, por lo que me dejo ver su rico y gran culo, que no perdió tiempo y se ensarto de nuevo mi carne en su rajada rasurada; de nuevo se movió con vehemencia y empecé a darle de nalgadas por lo que gritaba que le diera más fuerte que aguantaba mis nalgadas en ese rabo hipnotizante que se movía tan rico al compás de sus movimientos de cadera tan provocativos, lo que más me prendía es que se agachaba de tal manera que sus tetas acariciaban ...

... mis espinillas y me dejaba ver el anillo de piel que poseía entre sus deliciosas nalgas, de travieso le rosaba el ano con mis dedos mojados y hasta meterle un dedo en su orificio me dijo que sentía rico y que no parara. En esa posición duramos cerca de diez minutos no quiso cambiar de posición porque según ella me decía que sentía mi camote hasta el ombligo y que no se quería bajar hasta chorrearme la verga, le dije que estaba a punto de venirme y no se bajó hasta sacarme toda la leche, me dijo que no se me preocupara que tenía la pastilla del día siguiente, por lo que me vine con toda confianza; al venirme pensaría que se bajaría pero no lo hizo, sin zafarse mi verga se dio la vuelta y quedo de nuevo montada con sus tetas hacia mí, las puso en mi cara y me dijo mámalas otra vez muérdeme los pezones, chúpalos y arráncamelos por favor, enciéndeme de nuevo por que quiero cogerte otra vez sin zafarme a ver si puedes! Puso cara de zorra en brama, lo que me calentó y me puso duro el fierro dentro de su panocha, al sentir mi dureza comenzó a moverse como una ninfómana experta pero esta vez como lo hizo como una puta profesional, cosa que me encantó por los gestos que hacía; esta vez la verdad no dure más de diez minutos, pero al vernos sudados y calientes nos prendimos más y más al grado de venirnos al mismo tiempo en un grito de incontrolable placer.

Cuando nos acostamos desnudos a dormir abrazados rendidos de tanto placer después de coger tan rico; en la madrugada se despertó ...