Naturaleza helada
Fecha: 09/03/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: CaballeroGris, Fuente: CuentoRelatos
... mal en la tierra, se encargó de iniciar el proceso matando al padre de la cría. Al ser cría única, la madre tendría el deseo no consciente de ser fecundada por la cría que amamantó, la cual tiene genes mejorados de los de su padre si se cumple la regla biológica de la mejoría de la especie. Aunque la hembra ya no podía engendrar vida, su edad aun la hacen sentirse, de nuevo de forma inconsciente, capaz de crear más vida. Y es la polla de su cría, identificada en forma de gárgola, la que emite las ondas necesarias para que el instinto de su madre tenga la necesidad de ser violentada con ella hasta matarla si fuera necesario.
Ser fecundada o asesinada. Ese es el instinto que el diablo era capaz de trasmitir a los seres humanos. Sabía que aquella mujer y aquel joven ya nunca serían normales. Serían mártires de su voluntad, soldados del príncipe, sin saberlo. No sufrirían en vida pues la envolverían de placer, aunque tras la muerte servirían en el infierno eternamente.
Tras arrodillarse agachó la cabeza poniéndose cómoda. Al levantarla el pelo rubio, excesivamente rubio, artificialmente rubio, le caía sobre la cara. Sus bellos y ligeramente arrugados ojos azules miraban a Rómulo tras el pelo, como encarcelados entre barrotes rubios de seda. Rómulo notó la mirada ensangrentada y oscura, resaca y belleza. Por un instante creyó adivinar la mirada de la gárgola que se le aparecía en su imaginación. Sin duda ya se había vuelto loco.
Ninguno dijo nada. Solo los compases de ...
... Mozart y el calor fabricado envolvían la libido incestuosa presente. Eva desabrochó el botón de los tejanos que llevaba su hijo y bajó lentamente la bragueta mientras sus ojos seguían fijos, sin pestañear, en los de su hijo.
Solo agachó la mirada cuando la polla salió de su prisión. Un enorme pollón circuncidado invadió el espacio entre ellos. A Eva le pareció mucho más grande de lo que imaginaba, lo cual lo hacía exageradamente grande. No podía crecer más, en plena erección ella observó en silencio orgulloso, dibujando en sus labios una dulce sonrisa de madre orgullosa. Pasó la lengua entre los labios y agarró la polla. Echó un poco hacia atrás las rodillas para elevar el trasero, el cual sobresalió en sus mallas negras por encima del camisón azul marino que cayó en su espalda. Se aseguró, meciéndolo suavemente, que su hijo podía ver su generosa y bella parte de tras dibujado entre sus voluptuosas caderas. Se sabía hembra deseable, conocía sus encantos y sabía cómo jugar sus cartas.
Rómulo suspiró excitado al ver a su madre en aquella postura. Hembra rubia de curvas y atributos generosos; con la madurez perfecta para poder trasmitir toda la experiencia ganada en el campo de batalla de la vida. Y no solamente de índole sexual; la dureza de los miedos, las alegrías, las decepciones y las ilusiones cumplidas o desvanecidas, otorgaban a una mujer como ella la capacidad de entregarse dulce y salvaje, decidida y delicada, con piel suave pero de loba enloquecida. Era la mujer ...