1. Naturaleza helada


    Fecha: 09/03/2021, Categorías: Infidelidad Autor: CaballeroGris, Fuente: CuentoRelatos

    ... hasta que sintió el calor de la lengua de su hijo romper contra sus senos. Cerró los ojos y sintió como se llenaba de ellos; por un instante recordó a su bebé sacando la leche; pero aquello era diferente pues no había rastro de aquella inocencia perdida en los deseos del volcán del tiempo. En aquella forma de lamer, morder, chupar, y estrujar sus pechos solo había deseo sexual, excitación. Distinto modo de instinto de supervivencia con el que su hijo volvía a ellos tres décadas después.
    
    Rómulo metió las manos entre los muslos de su madre y subió hasta acariciar el sexo, ella se abrió en respuesta. Todo aquello estaba excesivamente mojado.
    
    Se separó un instante y la observó. Menuda mujer, menuda su suerte. Dio gracias a la esquina de la ventana donde le había parecido ver a la gárgola un rato antes y se levantó para besar a su madre mientras la agarraba las caderas para fundirse en un infinito abrazo.
    
    Sus lenguas se entrecruzaron y el intercambio de saliva resultó tan pronunciado como perturbador. Antes de que a ambos le empezaran a parecer ridículo todo aquello, Eva empujó a su hijo de nuevo contra el sofá.
    
    Rómulo se acomodó echándose hacia atrás y su madre se puso de cuclillas sobre el amplio sofá, cerrando las piernas de su pequeño. Luego se levantó un poco, quedando su vientre a la altura de la boca y agarró la polla mientras buscaba el momento óptimo para sentarse sobre ella. Se agachó un poco poniendo una rodilla sobre el sofá, mientras la otra pierna ...
    ... permanecía arriba, hasta que logró colocar el inmenso capullo en la entrada de su mojado coño. Luego se puso de nuevo de cuclillas y se echó hacia adelante rodeando a su hijo por el cuello. Él la ayudó sosteniéndola por la cintura y las nalgas. Sintió todo el calor del capullo entrando lentamente y se dispuso para empezar a bajar, se detuvo a disfrutar el momento. Notaba como algo muy grande se adentraba poco a poco en sus entrañas.
    
    - Uf, vaya pollón tienes nene. No sabes lo que vale eso.
    
    Rómulo respiraba agitado por la excitación. El aroma de su madre, el que recordaba de siempre, sus manos delicadas y cálidas rodeándole, el calor trémulo de su cuerpo de curvas infinitamente lascivas, la cueva confortable que se le abría y su artificial pelo rubio de actriz porno barata. Todo era demasiado perfecto, tanto que por un instante pensó si todo aquello sería un sueño.
    
    Eva sentía el impulso de ponerse a botar como una loca, pero aquella polla no era como las que conocía, debía andarse con cuidado e ir poco a poco si no quería acabar desgarrada en urgencias.
    
    Comenzó a dar pequeños botecitos impulsándose con las piernas, para que el pene de su hijo fuera entrando poco a poco. Él se agarraba al abismo de sus caderas mientras su mirada se llenaba de pechos y más abajo el hilito de pelos del cuidado coño de su madre, abierto por culpa de su descomunal polla. Al cabo de unos segundos ya había logrado meterse la mitad, lo cual le provocaba un placer infinito pues eso era más de lo ...
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