1. La hija del general Ramstein


    Fecha: 09/03/2021, Categorías: Confesiones Autor: Cirorock31, Fuente: CuentoRelatos

    ... con detenimiento mi estrecha vagina. Fue allí que el grandote le dijo al otro:
    
    - ¡Che Jorge! Parece que la nena del general es virgen!
    
    A lo que el otro contestó diciendo: "¡Mirá vos!"
    
    Ambos se pusieron aún más contentos y prosiguieron con mi sodomización. Uno de ellos me agarró de atrás en un abrazo de oso mientras el otro me pasaba su lengua por mis tetas, mi vagina (hasta entonces virgen) y mi boca. Después el otro (el que estaba atrás) bajó hasta mi culo y metió su lengua por mi ano agarrándome por los cachetes de mi culo.
    
    Yo ponía voluntad para no decaer y quebrarme pero había algo de toda esta situación que me desagradaba mucho y por otro lado lo que me hacían estos dos degenerados me ponía los pelos de punta porque me gustaba.
    
    Cuando me dejaron bien lubricada por todos mis agujeros me susurraron:
    
    - Ahora relajate. Te vamos a desvirgar los dos juntos preciosa.
    
    Hicieron que me inclinase un poco hacia adelante y me pusieron en cuatro patas. Por primera vez me puse muy nerviosa porque iba a ser penetrada. Me refregaron sus penes por mi boca y vagina mientras me decían porquerías.
    
    Sentí una gran excitación y me transformé en su zorra. Les dije mientras me hacían tirarles la goma a los dos:
    
    - Mmmm... me encanta! Me encanta! Siiii! ...
    ... Quiero más papito!!
    
    El grandote era bastante dotado y decidió que él me desvirgaría por la concha. Mi culito sería para su compañero de armas. Cada uno metió su pija por mis agujeritos. Muy despacito entraron por mi concha y mi ano y el dolor que sentía no podía describirse. Cuando por fin sus vergas se deslizaban con mayor facilidad, empecé a sentir un placer indescriptible. Ambos se sincronizaban y entraban primero uno y después el otro. ¡Qué lindo me culeaban los soldados de papá! Yo abrazaba al grandote y sentía los músculos de su gran espalda. El que me la daba por atrás me manoseaba las tetas mientras me daba sin asco.
    
    Finalmente cuando los tres estábamos extasiados y a punto de acabar uno de ellos me hace upa y me coge de parado mientras yo lo abrazaba. Yo saltaba como loca esa tremenda pija y él me repetía: "vistes que te iba a gustar mamita". Lo miré y asenté que si mientras acababan ambos en mi boca.
    
    Los dos me dijeron que no dijera nada sino me pesaría. Les contesté que sí. Ambos me decían que era nuestro pequeño secreto. Me preguntaron si me había gustado y yo les contesté que encantaba. Que quería que se repitiese de vuelta. Por supuesto que yo me fui de allí relamiendo mis labios que habían probado la masculinidad de mis violadores.
    
    FIN 
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