Trabajo extra de oficina
Fecha: 09/03/2021,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Carolina Rodríg, Fuente: CuentoRelatos
... el cual cada vez que las nalgas de Marce bajaban, la cadera de ese tipo se empujaba hacía arriba metiendo en forma increíble aún más su tremenda tranca, hasta perderla dentro de la rajita de Marcela, dejando solamente sus enormes huevos afuera, entre los muslos empapados de ella.
-Dame tu leche, quiero tu verga…!!
Las manos de Marcela se crispaban nerviosamente agarrando y aventando todos los objetos del escritorio y mientras gritaba esa fantástica rima giraba su cuello haciendo que sus cabellos se convirtiesen en una llama ardiendo alrededor de las cabezas de esas dos criaturas, llenas de sensualidad, salvajes, liberadas de cualquier limitación, moviendo sus caderas con un ritmo cada vez más desenfrenado, sin perder la cadencia en ningún solo instante, tan solo entrando y saliendo la verga de esa raja mojada, entrando y saliendo…
Sus movimientos, sus gritos, sus olores lograron enloquecerme y dejé de ser dueña consiente de mis actos, como un autómata me puse de rodillas y empecé a caminar como una bestia hacia ellos, sin parpadear, entrando en la habitación, caminando como una gatita, como una perrita puta en celo, buscando tan solo ese pene delicioso que entraba y salía de tu vagina.
-¿Qué pasa, qué hace aquí?
Tu jefe alcanzó a verme entre tus cabellos que caen por tu espalda y por un instante pareció que iba a dejar ese ritmo tan brutal que tenía contigo, cuando tú te sobrepusiste a mi presencia y con toda tranquilidad, entre un jadeo y otro dijiste en voz ...
... alta:
-Déjala, es mi aprendiz, yo la invite a comer…
Y al terminar de decir esto, apretaste tus nalgas aún más sobre la verga de tu jefe, haciendo que su placer llegara al cielo, dejaste caer todo el peso de tu cuerpo sobre su pija, haciendo que esta entrara totalmente, hasta la base de los huevos en tu rajita, moviste tus caderas en rápidos círculos, separaste tus muslos y con tus manos masajeaste firmemente sus huevos, mientras él empezaba a jadear cada vez más fuerte y decir:
-"Nooo, putaaa, me vengo, me vengooo…"
En ese instante yo estaba acariciando sus muslos mientras mi lengüita chupeteaba sus bolas y con mi naricita te hacía cosquillas en tu delicioso clítoris que sobresalía de tu rajita.
-Marce, tengo mucha hambre.
Te dije con mi vocecita traviesa y tú me contestaste con un simple
–"Prepárate"
Estabas cubierta de sudor mientras te levantaste rápidamente hasta dejar ver una monstruosa pija enorme saliendo de tu rajita, empapada, chorreando jugos, con la cabeza hinchada de color morado, y aunque tú ya estabas completamente de pie sobre la cadera de tu jefe, su pija enorme aún no acababa de desprenderse de tu cuerpo.
-Cielos, Marce, tiene las venas hinchadísimas, su cabeza dura y brillante está a punto de reventar.
-Tómala toda, mi amor, buen provecho.
Entonces, con tu manita acomodaste ese glande duro y caliente en mis labios para que yo recibiera toda la leche que como por arte de magia empezó a brotar a chorros de esa pija enorme en ...