Mr. Mystery
Fecha: 29/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Aquel sábado me levanté a media mañana, tipo 10:00 o 10:30. El viernes había trasnochado y a pesar de haberme bañado y desayunado, aún seguía con carita de dormido. A los 18 años los momentos de euforia y los de cansancio parecen agigantarse. Mi madre me pidió que antes de almorzar le llevara unas prendas a la tintorería que quedaba a unas tres cuadras. Aquella tarea me resultó como si me pidieran construir las pirámides de Egipto, pero no tuve más remedio que juntar fuerzas e ir. Salí como estaba, medio desalineado, con la camisa medio salida del vaquero y con mi melena de pelo negro y lacio bastante despeinada, bajo las ya débiles protestas de mis padres, como para que todos se enteraran de mi acto de rebeldía. Hoy se que a esa edad, todo nos queda bien y hasta en las peores circunstancias, nos vemos lindos y hasta atractivos.
Y ese fue mi caso. Al volver hacia mi casa iba a paso lento, como desprendido del mundo, pensando en no se... la inmortalidad del cangrejo, cuando un auto llamó mi atención, por las repetidas veces que pasó junto a mí.
Fue entonces que miré a su interior y vi a un hombre como de 50 años de pelo completamente negro con unas escasas canitas en sus patillas, tez aceitunada, con una nariz ligeramente aguileña y unos ojos negros penetrantes que me hacían unas señas que en ese momento no comprendí muy bien. Mi corazón se aceleró como siempre me ocurre en todos mis encuentros con hombres.
De todas formas aminoré la marcha y traté de seguir sus ...
... indicaciones de ir hasta una calle menos transitada donde se estacionó y me invitó a subir.
Yo, bastante nervioso traté de peinarme con los dedos para quedar algo presentable y con mis mejillas coloradas, accedí. Él, con una gran sonrisa me saludó y me reprochó amablemente todas las vueltas que había tenido que dar con el coche para llamar mi atención, lo que me hizo sonrojar más aún y le pedí disculpas. Él soltó una carcajada que me hizo sonreír y me tranquilizó un poco.
Luego puso su mano, que me pareció enorme, sobre mi muslo y me lo apretó mirándome fijamente y me preguntó mi edad. Le respondí que tenía 18 y me miró con desconfianza: ¿estás seguro? no te doy más de 16...
Como he dicho en otros relatos mido 1,60 de estatura, delgadito aunque con el cuerpo bien definido y con unos glúteos que a mí siempre me resultaron algo abultados de más pero que siempre me dispensaron muchos elogios por parte de los hombres.
Luego me preguntó mi nombre y le dije: Franc ¿y tu?
Es mejor que no sepas mi nombre, me dijo. Eso me sorprendió mucho y pregunté ¿cómo te voy a llamar, entonces? y me dijo: no te preocupes, yo te llamo... Entonces te llamaré Mr. Mystery, le dije y él volvió a reír con ganas.
Luego acordamos que nos veríamos esa misma noche en un apartamento del centro, que tenía a esos fines.
Era un apartamento de un solo ambiente pero más amplio que la mayoría; estaba mínima pero lujosamente amoblado, con una cama enorme y ambientado con luces muy bajas e indirectas ...