1. Una esclava inesperada VII


    Fecha: 11/03/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... momento, pero estoy seguro de que no te va a agradar.
    
    - Siempre me tienes en misterio… - se volteó y me dio un beso. Yo aproveche para agarrarle el culo - ¿Me vas a poner el cuerno?
    
    - ¿Quieres que te lo ponga? – le pregunté asombrado
    
    - Si quieres ponerme el cuerno, puedes hacerlo. Yo sólo soy tu puta.
    
    - No, no es eso… Ga, sabes que yo jamás haría algo así – le dije indignado – te amo…
    
    - Si sigues diciendo eso, me vas a hacer vomitar… aunque me agrada que me lo digas. – un beso más y se paró. Se abrochó la camisa y tomó sus cosas. La imité. – Pero en serio, por mí no hay problema si te metes con otras viejas.
    
    - Ya te dije que no lo voy a hacer.
    
    8 a.m. y el sol tocaba ya, con sus rayos, la mañana del viernes. Escuché el timbre de camino a una “meadita” y me sorprendí al ver a Ga a la puerta de mi casa. Sólo entrar se quitó la playera que traía, me bajo el bóxer y comenzó a lamer mi erecto miembro, producto de lo que nos sucede a todos los hombres por las mañanas.
    
    - Tranquila zorra, que tenemos todo el día – espeté, pero no la detuve, pues me encanta su boca
    
    - Ya no podía esperar más – decía cuando se sacaba mi miembro
    
    - Pues entonces vuélveme a hacer una rusa – ordené
    
    Fiel a su papel, comenzó el rico sube y baja de aquellas dos poderosas razones que levantaban miradas por donde pasara. “Esto te va a gustar zorra, pero después limpias y con tu lengua”. Sin más comencé a mear ahí mismo. Ella sólo decía “oh sí, también extrañaba esto”. Empapé su ...
    ... cabello con mi líquido dorado y se formó un charco de meados junto al comedor. Cuando hube terminado, la tomé del cabello y se la clavé hasta el fondo por la boca. Sin miramientos, comencé un frenético mete y saca. Era brutal como se movía su cabeza, pero ella sólo gemía. Se la saqué para que respirara y sólo escuché de ella un “¿por qué la sacas?”. Repetí la jugada. De vez en cuando le daban arcadas y tosía, pero si notaba que se la iba a sacar, ella misma se impulsaba hacia adelante para tragarse hasta mis huevos. Y llevábamos un rato así hasta que por fin me vine dentro de su boca.
    
    Aún medio dormido la aparté de mí y le ordené que limpiara con la lengua mis meados y si no quedaba limpio de esa manera, tendría que terminar con un trapeador el comedor y cuando terminase, se viniera a mi recamara conmigo a dormir un rato. Ya tendríamos tiempo para hacer cochinadas.
    
    Ga regresó al poco rato después de hacer lo que le había encomendado. Estaba desnuda y se metió a las cobijas conmigo. Me encantaba que ella no tuviera pudor de mostrarme su desnudez. Por desgracia renuncié a mi momento de sueño, porque Gabriela no paraba de manosearme. Así que me levanté y me desnudé. Mi verga estaba dormida, por lo que decidí utilizar mis manos hasta que despertara.
    
    La puse a cuatro mientras ella decía “si, hazme gritar cabron, golpea ese culo hasta que te canses de hacerlo”. Y sin más comencé una sesión de azote que, tanto ella como yo ansiábamos. Decidí jugar un juego con ella.
    
    - Te ...