1. Perdí el trabajo por perverso


    Fecha: 19/03/2021, Categorías: Confesiones Autor: Dreyfus, Fuente: CuentoRelatos

    ... Caminé más despacio. La morena entró al baño y salió de nuevo. Me hizo una seña de que podía pasar. A mí me temblaban las piernas. Si me descubría el gerente me iba a echar del trabajo. Pero tenía tanto tiempo sin meter la pinga en ningún lado que la pinga misma me controlaba todo. Podría decir que mi pinga me metió al baño.
    
    Entré y ella estaba con la tanga a mitad de las piernas y con la puerta abierta de uno de los escusados. Caminé rápido y ella cerró la puerta. Ella fue directo a mi pinga. Se arrodilló y me la sacó del pantalón. La chupaba como una diosa, su boca era mejor que una vagina mojada. Se la metía hasta la garganta. Yo no quería que parara, me quería correr. Ella lo sintió y paró. Se quitó la tanga y me la puso en la boca. Le alcé el vestido naranja y la puse de perrito. La dejé ir por su vagina. Estaba mojada. Después de unas cuantas metidas me dejó las bolas mojadas.
    
    –No te vengas todavía. Métemela por el culo. Chúpame el culo primero.
    
    Me puse de rodillas y le chupé aquel hoyo delicioso. Sus nalgas firmes apretaban mi nariz. Y yo, comiendo de su hoyo. Se le hizo grande. Estaba más que lista. Le puse la pinga en el ano y se volvió loca. Estaba apretado y me succionaba. Era el paraíso.
    
    –Agárrame las tetas. Jálame el cabello, pellízcame las nalgas, joder. Qué eres marica. Dame duro, quiero que me lo rompas.
    
    Yo gritaba y le daba con todas mis fuerzas, esa mujer era pura candela. Mis huevos estaban hinchados y listos para estallar. Alguien pateo la puerta.
    
    –Oh, mierda. Quién está jodiendo.
    
    –Soy el gerente del lugar. Hagan el favor de irse.
    
    Quedé con las pelotas hinchadas y muy enojado. Abrí la puerta. El gerente intentó decir algo. Y antes de que abriera la boca le metí un puñetazo en la nariz. Salí emperrado del lugar y jamás volví a regresar, ni volví a ver a esa morena caliente.
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