1. Mi sobrinita


    Fecha: 22/03/2021, Categorías: Primera Vez Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... de sus pezoncitos, el olor a enjuague de su cabello rubio y su piel de amapolas, las volteretas de sus manos en mi espalda y su voz diciendo: ¡hace cuánto que no te besan así, ni el tío supo cómo hacerte gozar!
    
    Era verdad. Para ese entonces yo tenía 40 y hacía 6 años que ni pensaba en sexo, salvo alguna esporádica noche con mi consolador. Mi marido me lo obsequió días antes de irse con la loquita de mi hermana, la mamá de paula. Ella jamás estuvo de acuerdo con ese circo.
    
    Apenas uno de sus pezones tocó mi mejilla me lo metí en la boca y me dediqué a saborearlo como al otro junto a los gemiditos que le ocasionaban mis chirlitos en su cola envuelta en una delicada bombachita roja con volados, la que levemente se mojaba. Pronto ella endulzaba mis pezones con su saliva a chupones impacientes, inducida por el deshoje de mi pulgar a su conchita sensiblemente depilada. Hasta que se me reveló en cuatro patas sobre el cuerpo para frotarnos las tetas y su fresa en mi pierna derecha, sin dejar de lamernos las orejas, los ojos, la nariz y el cuello, todo entre besos profundos, mordidas en los hombros y palabritas sucias. Pero cuando entrecorrió mi tanga blanca para olerme risueña, abrir mis piernas, luego besarlas y hundir su lengua como una serpentina en mi concha buscando calmar mi necesidad de mujer olvidada, no logró más que llevarme a la locura entre acabadas como terremotos en mis entrañas y el apretuje de mis manos a su cabeza para oír mejor el chapoteo de mi sabia en su ...
    ... boca, que me estremecía cuando encerraba mi vulva con su lengua en el medio como una cucharita, o me la escupía para después morderla, ¡y ni hablar cuando me lamió y succionó el culo pajeándome con el mismo mini consolador, que gracias a su talento era enorme! Ella lo encontró solita debajo de la mesita de luz.
    
    De prepo la tiré cara al cielo y la besé entera, le saqué la bombacha y la senté sobre mis tetas donde la masturbé brevemente con dos dedos y, hasta le introduje por un instante mi pezón izquierdo en esa florcita que me extasiaba. Luego la senté sobre mi cara para comerle ese culito sabroso a lametones entretanto le fregaba enceguecida su calzón en la almeja. Hasta que un torrente de agua agridulce la hizo gritar y caer rendida sobre mí. Esa había sido mi primer aventura con una chica, y no era menos interesante debutar con mi Pauli.
    
    Poco me importó que se hubiera hecho unas gotitas de pis por su desenfreno. Le abrí las piernas apenas su cabeza tocó el piso, yo sentada en el colchón, y me hice un festín con su vagina endiablada, la que según ella estrenó solo dos veces el año anterior. Hoy tiene 18.
    
    Después de hacerla acabar unas cuantas veces, yo a la cabecera y ella a los pies del colchón, entrelazamos las piernas para unir nuestros sexos, y mientras nos quemaba el aire de tanta fricción, nos lamíamos los pies, nos sacudíamos azotándonos el culo, ella colaba dedos en mi ano y sudábamos como lobas.
    
    Cuando al fin el frenesí nos venció con orgasmos fatales, los ...