1. LOS HOMBRES DE LA CASA


    Fecha: 25/03/2021, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Me llamo Alan y por aquel entonces tenía 14, de cabello negro y ojos café, delgado y piel clara. Siempre supe que me atraían los chicos y no tuve problemas con eso, solo que no se hablaba nunca del tema. Mi familia entendía que era diferente y lo aceptaba sin drama alguno. Compartía cuarto con mi único hermano, Dylan. Tenía 17, era el más querido y sin duda el apuesto de la familia. Luego de haber pegado el estirón, mi hermano no solo se había vuelto la fantasía sexual de todas las chicas, sino también la mía. Tenía el cabello ondulado de un castaño oscuro, abundante y suave, ojos verdes intensos y la piel blanca y rosada con pecas que se concentraban sutilmente en la nariz y espalda. Tenía ese aire rebelde y descuidado típico de un adolescente que se sabe atractivo. Su deporte predilecto era el skateboarding y lo practicaba todos los días con sus amigos en el parque. Me gustaban sus piernas velludas, sus pies blancos y dedos rosados y abdomen marcado, sus manos de dedos largos y fuertes, su espalda ancha, su trasero firme y todo en general. Todo lo que podía apreciarse estando vestido, porque pese a que compartíamos el cuarto y a lo mucho que me esforzaba espiándolo, nunca lo había visto desnudo. Con el tiempo empecé a mirarle el bulto con más frecuencia, imaginaba su forma, intentaba adivinar cuando se le endurecía, si estaba muy flácido, si sus testículos colgaban o se apretujaban, si era velludo o se rasuraba como en la televisión, si el vello era del mismo color que ...
    ... el de sus axilas o si tenía en alguna parte del pene una marca o algo que lo hiciera diferente. Estaba como loco por él y no me permitía que notase cuanto me atraía. Dylan tuvo un accidente un tanto grave con la patineta durante el invierno de sus 17 y es ahí cuando comienzan nuestras aventuras que nos terminarían marcando a fuego de por vida. No había sufrido ningún golpe en la cabeza pero si se había fracturado el brazo y la pierna, ambos del lado derecho. Y por lo tanto fue enyesado y obligado a guardar reposo durante unos meses. Recuerdo que usaba muletas pero siempre con ayuda de alguien y mi padre era principal encargado de su cuidado personal. Yo lo ayudaba con tareas más sencillas, como alcanzarle algo, acomodar una almohada o las sabanas; y mi padre se ocupaba del aseo y sus necesidades personales, y en esos momentos tenía que salir del dormitorio para que estuviesen cómodos. Yo moría por ayudarle con sus necesidades, como la del orinal de cama que solía usar cuando no quería levantarse, pero nunca me llamaban para esas cosas. Una tarde en la que no había clases, les dije a todos que me iba a casa de un amigo que vivía cerca, y aproveche que mi hermano dormía y mis padres hacían lo suyo, para salir y volver a entrar sin ser visto. Entonces me escondí debajo de mi cama de forma que no hubiese como notar mi presencia. Las horas pasaron y pronto Dylan despertó, en eso mi padre entra al cuarto para ver si su hijo necesitaba algo y efectivamente era tiempo de evacuar el ...
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