1. Noche loca con una desconocida


    Fecha: 27/03/2021, Categorías: Anal Autor: Nikaibz, Fuente: CuentoRelatos

    ... metió su mano debajo de mi camiseta encontrándose con el sujetador. Me acarició ligeramente, y volvió a mirarme a los ojos cuando levantó el sujetador y me pellizcó el pezón con suavidad. No me habló, pero podía ver el deseo en sus ojos.
    
    Bajó su boca a mis pechos y succionó lo que encontró a su paso. Acarició con su lengua mi aureola, y mordió mi piel erecta. No pude evitar gemir, todo aquello era como un sueño. Sentía su boca jugar con mi pecho y me estaba volviendo loca.
    
    De nuevo regresó a mis labios, y besó mi boca. Yo quería tocarla pero me tenía atrapada con su brazo en mis muñecas.
    
    Sentí como desabrochaba el botón de mis pantalones y me los bajaba. Yo, ni corta ni perezosa, me deshice de ellos en el suelo. Ella me soltó por un momento, agarró mis vaqueros y los puso sobre la tapa del inodoro. Aproveché para tocarla, pero era más rápida que yo, y volvía a quedar de espaldas contra la pared.
    
    -No -fue la única palabra que escuché de sus labios, aparte de gemidos y gruñidos.
    
    Volvió a la carga con sus besos mientras encajaba su rodilla entre mis piernas. Noté el empuje de su cadera sobre mi sexo y yo también gruñí. Su mano bajó directamente hacia mi coño. No sé cuándo habían desaparecido mis bragas, pero sus dedos no tuvieron problema en encontrar lo que buscaban. Estaba tan mojada, que su mano se deslizó por mi ...
    ... clítoris con facilidad haciéndome ahogar un gemido en sus labios. Pasó su mano varias veces apretando con la palma la zona más sensible de mi cuerpo. Me miró de nuevo cuando me penetró sin vacilar con dos dedos. Yo la miré a los ojos y me mordí en labio para no chillar por el placer. Me embistió con fuerza varias veces, y yo moví las caderas en respuesta. Me besó y sacó sus dedos con cuidado para volver a meterme uno más. Esta vez no pude remediarlo y gemí contra su boca. No dejaba de empujar, cada vez más profundo. Me miró sin apartar sus dedos, y yo solo pude dar mi consentimiento. Metió de golpe sus cuatro dedos dentro de mí mientras con la parte superior de su mano me golpeaba el clítoris. Ella no paraba de moverse dentro de mí. Cada vez más fuerte y más rápido. Me abrí más de piernas para recibir toda su mano, estaba casi lista. Ella embistió una vez más y yo me corrí mordiendo su cuello para no chillar demasiado fuerte. Me besó con una dulzura extrema. Se dio la vuelta y desapareció. Cerré con pestillo y me puse los vaqueros sin bragas, ya que no las encontraba. Supuse que mi desconocida estaría tras la puerta y podríamos hablar, pero cuando salí no había nadie, solo una chica borracha sobre el sofá.
    
    No la volví a ver. Fui al local cada fin de semana y nunca la vi. Desapareció con mi ropa interior y dejándome con ganas de repetir. 
«12»