1. Una noche de copas, una noche loca.


    Fecha: 28/03/2021, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... noche diciéndome: -Esta rosa significa lo bella que eres, y la hermosa mujer en la que te estas transformando día a día. Deja que un loco como yo te de este regalo en nombre de quien eres para mí-. Pusiste la rosa donde nacen mis pechos y la blusa cubría mi desnudez. Guardaste las dos rosas restantes, tengo que reconocer que no entendí porque tres rosas y solo me diste una, al menos hasta ese momento no lo entendí. La noche en tu compañía me tenía tan absorta, tan feliz, tan placenteramente cómoda, que no me di cuenta del tiempo transcurrido hasta que un mesero nos dijo que era momento de cerrar, que ya eran las dos de la mañana. Aquel cien años reposado que, habíamos abierto hace unas horas, estaba ya por terminarse. Serviste los últimos dos caballitos, los tomamos como se dice en México “un hidalgo” pagaste la cuenta y salimos del lugar entre bebidos y riéndonos. Regresamos a tu carro pero, no estábamos ninguno de los dos en condiciones para manejar. No podemos irnos así, no es responsable y puede ser peligroso hacerlo- te dije. Tienes razón respondiste- te bajaste del auto y abriste mi puerta- para que bajara del carro y me invitaste a caminar por las calles. Caminamos algunas cuadras disfrutando del frio en nuestro rostro y de los sonidos de la noche mientras tímidamente tomabas mi mano en señal de seguridad. Después de unas 8 ó 10 cuadras, decidiste tomar un taxi. -¿A dónde vamos? Pregunté, es tarde y en casa me esperan. Tú con toda tranquilidad respondiste, necesito ...
    ... dormir un rato para estar en condiciones de manejar y llevarte a tu casa, sana y salva dijiste mientras reías por tal afirmación. Subimos al taxi y le diste una dirección. En el taxi por fin nos acercamos tanto, que me besaste y no puede evitar corresponder ese beso aunque mi manos temblaran, la pasión dentro de mi empezaba encenderse en cada contacto con tus labios, con cada pequeña mordida, en el contacto con tu saliva caliente, con cada movimiento de tu lengua entre los recovecos de mi boca, mientras tus brazos me acercaban más y más a tu cuerpo, tu mano derecha empezaba a recorrer cada centímetro de mi espalda y la izquierda tenía la fuerza necesaria para mantenerme pegada a tu pecho. El taxista se estacionó, comentando llegamos y tu pagaste 150 pesos por el traslado. Al bajarme del carro, entre el efecto del alcohol y lo que había sucedido en el taxi entendí tus intenciones al ver que estamos frente un hotel. Mi cuerpo se paralizó y mi mente pensó mil cosas en un instante pero, nuevamente tus habilidades viriles hicieron de las suyas con mi mente y como todo un caballero, salió de tu boca, solo necesito dormir, no pasará nada que tú no quieras, tranquila. Mis manos temblaban, mi cabeza empezaba a dar vueltas por el efecto del alcohol, mis nervios traspiraban deseos pero también inseguridad. Entramos al lobby, pediste una habitación y decidimos subir, en el elevador recargue mi cabeza en tu pecho, pues el alcohol hacía cada vez más efecto en mi cuerpo y me sentía muy ...
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