1. Me enamoré de mi prima


    Fecha: 28/03/2021, Categorías: Infidelidad Autor: manocasco, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus jugos, era fantástico.
    
    La tumbe sobre el sofá con los pies en el suelo, y de rodillas ante ella, empezar a lamer aquel coñito chorreante, no os penséis que era un chocho de porno-star, sino un chocho de lo más normal, con su pelo (el justo, eso sí) donde tiene que estar.
    
    Lamía desde el capuchón del clítoris hasta el ano, y ella se retorcía de placer en el sofá. Por increíble que parezca, el olor de su coño, junto con el de su ano, me estaba poniendo como un toro, lamí ese ano, hasta que se empezó a dilatar y metí un dedo, ella me dijo que no, pero era el precio a pagar por volver a mi mujer una cornuda. Mientras mi dedo jugaba en su ano, lo cual ya le empezó a gustar, seguí trabajándome su coño, y ella no pudo más, empezó a retorcerse y convulsionar, diciéndome de todo por su boquita.
    
    Yo sé que mi aguante no es gran cosa, y mi primer objetivo estaba cumplido, así que una vez que recupero la cordura me acerqué a ella y empecé a clavarla poco a poco. Lo hice despacio como a las mujeres les gusta, además, mi polla no es muy larga (16cm), pero si tiene un buen grosor, lo cual hacia que ella tuviera que ir adaptando su cueva a mi cola. Para mí fue muy placentero, ya que hacía tiempo que no entraba en un sitio tan estrecho, y disfrute de cada centímetro que metí. Cuando termine el acople, empezó un movimiento frenético de caderas, que me levanto del suelo, me tumbo en el sofá, y como una diosa me monto hasta que me hizo vaciarme dentro de ella.
    
    Abrazados y ...
    ... exhaustos, nos quedamos en el sofá en la misma posición.
    
    Cuando recuperamos el fuelle nos dirigimos a la ducha, donde entre caricias y besos, nos dimos un buen aclarado.
    
    Salimos a comer por ahí, ninguno de los dos se atrevía a decir nada. Ni siquiera podíamos mirarnos a la cara, pero ambos deseábamos volver a casa para acabar lo que por la mañana empezamos.
    
    Llegamos a casa, y nada más cerrar la puerta, como dos jóvenes ansiosos, fuimos corriendo al dormitorio. Empezamos un maratón de besos, caricias, lametones y roces, que llevarían a cualquiera al paraíso. Mi prima me traía loco. Esa iba a ser nuestra despedida, ya que en la comida me dijo que no aguantaría en casa con mi mujer delante, así que tendría que pagar su precio. Yo le había hecho el amor, pero ella me tenía que dar su culo. así que empecé la tarea de lubricar, ante todo quería que no se sintiese violada, sino amada, así que la tumbe en el borde la cama, y empecé de nuevo a lamer como lo había hecho por la mañana, y el resultado fue todavía mejor. Ana estaba muy caliente y enseguida su culo se dilato. Le indiqué que se pusiera de pie con las manos en la cama y seguí trabajando su culo. Le lamía desde el ano hasta sus labios. Mi prima, tiene un serio problema de flujo, porque hay que ver como goteaba. Sin que ella se diera apenas cuenta, cambié mis dedos por mi puntita, y hasta que no empecé a meter el tronco, ella no se enteró. Me pidió que fuese despacio, y como buen caballero, así lo hice, y el resultado es, ...