1. Los tios del equipo de Rugby (II)


    Fecha: 06/04/2021, Categorías: Gays Autor: trujillano_hot, Fuente: SexoSinTabues

    ... que bajaría a la cocina y hablaría con esos dos maromos. Esquivé la ropa que había por el suelo, las zapatillas de deporte tiradas por todas partes, los calcetines sudados y calzoncillos usados, los pantalones de deporte del horas en el gimnasio y las camisetas, que ciertamente desprendían un aroma tremendo, hasta que alcance la ventana de la leonera. Aunque mi nariz se había acostumbrado al olor a macho, sexo y semen concentrado que había en esa habitación, de los dos tios que habían estado dándole polla y leche a un post adolescente toda la noche y media mañana, todavía el ambiente estaba muy cargado y respirar se hacía pesado. Subí la persiana y dejé que entrara el aire fresco de la mañana de sábado. No creo, pensé, que le importaba al macarra que su habitación se ventilara. En realidad le estaba haciendo un favor. No había quien aguantara semejante fragancia. Bajé las escaleras de la casa fijándome en los detalles. No era una casa muy grande, con las paredes pintadas de distintos colores. Era un adosado en una urbanización a las afueras. Todas las habitaciones estaban cerradas. Escuché carcajadas que venían de la cocina. Cuando llegué ví que ambos tios estaban sentados en la mesa que había en un lateral, con bricks de zumo de naranja, leche, cereales y magdalenas del Mercadona. Uno enfrente del otro. Cuando llegué se hizo el silencio. Marcos llevaba su cadena reluciente al cuello, un pantalón corto de deporte y unas zapatillas desgastadas. Estaba abierto de piernas y ...
    ... parecía que decía: “aquí estoy, soy todo un macho”. Marcaban pecho, y hacían gestos contínuamente con sus biceps y sus pectorales, tocándoselos a cada poco, orgullosos de sus cuerpos currados en el gimnasio. El colega, Aitori, llevaba la toalla en la cintura y estaba poniéndose como un cerdo, apoyado con un brazo en la mesa, comiendo magdalenas que sumergía en el tazón de leche con colacao y sacaba con una cuchara grande. Un ejemplo de educación en la mesa. Además, masticaba sin ningún miramiento. -¿Qué quiere desayunar mi reina?- Dijo Marcos mirando a su colega. Y los dos se echaron a reír a carcajada limpia. -Con un poco de zumo de naranja tengo- conesté azorado, evitando la palabra leche. Me senté en una silla vacía que había al lado del macarra. Intentaba que pareciera que controlaba la situación. -Si, porque leche ya has tomado, ¿Verdad chaval?- me revolvió el pelo Marcos y me alcanzó su vaso usado con restos de zumo que acabó de llenar. Los dos se echaron a reir de nuevo. -Gracias- Le miré a la cara. Bueno, tios, es hora de que me vaya, se me está haciendo un poco tarde, y mis padres dicen que esté en casa pronto, que tengo que ir a casa de mi abuela. Marcos se echó a reir, e ignorándome le dijo a su colega: -aquí uno se ha pensado que somos gilipollas- Acaba de decirle a su viejo que no va a ir a ver a su abuela. Le comentó, e inmediatamente, apoyó un codo en la mesa con chulería y me miró fijamente a los ojos: Has planeado quedarte esta tarde. Lo admito. Te hemos dado lo ...