Día en el parque acuático
Fecha: 14/04/2021,
Categorías:
No Consentido
Autor: Serëgon, Fuente: CuentoRelatos
Me he inspirado con otro relato para escribir este.
Comentadme que os parece.
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El hecho es que nos conocimos y hablamos durante largas horas, sin llegar a mostrar nuestras facetas más íntimas.
En sus fotos de whatsapp se veía una chica jovial, bien parecida, con un cabello oscuro y una sonrisa deslumbrante.
Era preciosa hasta en el más mínimo detalle.
También resultaba admirable su capacidad de recuperación tras lo sufrido en su vida.
Así que al final nos cogimos cariño, me veía en la necesidad de cuidarla, de tener detalles con ella, siempre y cuando le fueran necesarios.
La verdad es que no sé cómo surgió todo. Al principio fueron discusiones incoherentes, luego nos abrimos mutuamente el uno al otro y terminamos por apoyarnos.
Ayudarle, aunque fuera en la cosa más tonta, me producía una inmensa felicidad.
En mi afán por ser su soporte quedé con ella y sentía que estaba haciendo algo bueno por ella.
Con esto, llegamos a formar cierta unión.
No puedo decir que éramos como uña y carne puesto que nos veíamos poco, pero existía un cariño un tanto especial.
Dicho cariño, nos condujo a quedar nuevamente. Esta vez, a un parque acuático cercano.
Con tal de que todo resultase perfecto, decidí adelantarme y comprar entradas online.
Esperé ansioso aquel domingo, algo se estaba germinando en mi interior y no podía saber el qué era con seguridad.
Quería que todo fuera perfecto, que ella estuviese a gusto y ...
... sin preocupaciones (ya había tenido muchas, tal vez demasiadas) y quise lo mejor para ella.
Así pues me conciencié para ello y esperé el día.
Al rato de sentarme en el ordenador, ella se conectó.
Me dijo alegremente que si aún estábamos a tiempo de ir y así disfrutaríamos de un día los dos juntos.
Me sonó convincente, así que no le dimos más vueltas y acordamos encontrarnos en la puerta del parque.
Naturalmente llegué antes, y mi espera bajo aquel sol fue larga y pesada, pero cuando llegó ella fue como si echasen un bidón de agua fría sobre mi cabeza.
Me alegré tanto que cuando fui hacia ella, que corrí y le besé en los labios.
Verla a ella en bikini fue maravilloso. Su precioso color de piel quedaba totalmente acorde con sus prendas.
Sus piernas eran bonitas, su cintura curva hasta límites insospechados, su pecho permanecía oculto tras aquel cacho de tela color blanco y su rostro como siempre, sonriente y lleno de simpatía, no podría decir si era más bello por esto.
Disfrutamos del día: subimos en los roscos, nos deslizamos por todos los toboganes, desafiamos a las olas de la piscina, almorzamos…
Era un día perfecto, no teníamos ganas de marcharnos.
Y así fue, pero no por voluntad propia, fue un "accidente" de lo más absurdo e incomprensible, claro está que nos aprovechamos de dicho accidente, incluso me atrevería a decir que ella tuvo algo de culpa.
La cosa es que por megafonía anunciaron que pronto cerrarían, así que recogimos nuestras ...