Intercambio de saberes - Relatos Eróticos

Intercambio de saberes

... abriendo sus piernas…Francisco se lanzó como loco a chupar esa vagina…ella nunca había sentido esa caricia y empezó a agitarse como loca, vio ese clítoris erecto y se pegó a él, empezó a lamerlo y chuparlo, la mujer se sentía morir de la emoción, el dedo de Francisco empezó a explorar el culito de la mujer, ella al principio se resintió un poco pero el dedo ensalivado de Francisco entró por esa puerta trasera, con destreza de un maestro empezó a mover el dedo en círculos concéntricos dentro del recto mientras lamía el clítoris muy despacio, la mujer solo emitía aullidos y gritos de placer, con esas caricias Francisco la hizo sentir el orgasmo de su vida…la dejó descansar un poco…volvió a lamer esa vagina, estaba encantado con esos fluidos vaginales, tenían un sabor delicioso…la mujer nuevamente se excitó al máximo y Francisco abriendo sus piernas empezó a penetrarla, primero lentamente, luego un poco más fuerte, la mujer tomándolo de la espalda lo acercaba más hacia su cuerpo, quería que la penetrara hasta el fondo de su vagina hambrienta, Francisco se enderezó un poco y tomando impulso le clavó toda su verga hasta las entrañas…luego empezó a culear al tope de sus fuerzas… ambos coincidieron en llegar a un orgasmo de película…Francisco a pesar de esos polvos tan completos veía que su verga todavía estaba erecta y sus ganas iban en aumento…nuevamente abrió las piernas de la mujer pero esta vez buscó con ansiedad el culto de la hembra que ya estaba un poco dilatado por las ...

... caricias de su dedo…primero le clavó la lengua…luego empezó a tratar de introducir su verga en ese diminuto orificio…sus dedos , su lengua ,la saliva y los mismos efluvios de la hembra sirvieron para aumentar el diámetro de su culito…luego la penetró por su recto, primero muy despacio y luego como loco empezó a empujar y empujar su verga hasta que la ensartó toda…la mujer chillaba, pataleaba, gemía, gritaba, pero con sus manos hacía que la verga entrara más y más…fueron unos minutos de ensueño…el orgasmo fue intenso y la eyaculación de Francisco inundó de una generosa porción de leche caliente , un semen pegajoso que sirvió de bálsamo para aliviar el escozor de ese culo que hasta ese día era virgen…Francisco se paró como pudo y se llevó la indígena para entregarla a su dueño… Cuando las dos parejas se reencontraron sus caras de satisfacción daban a entender sin palabras ni intermediación del guía que habían estado muy complacidos, el cacique cogió su mujer y nuevamente se internó en la choza, Francisco abrazó a Paula y se metieron en su cabaña…aunque cansados por sus encuentros previos tenían un asunto pendiente…Paula se abalanzó en los brazos de Francisco y los dos se entregaron a satisfacer sus más recónditos deseos, en esos momentos recorrieron todo el repertorio que ambos tenían , culearon sin límites ni afanes, Paula estaba casi al límite de sus fuerzas pero quería que esa noche no la olvidaran nunca, entre los dos no había amor, era sólo sexo y más sexo, entonces le pidió a ...