Viajando en el tiempo (6)
Fecha: 19/04/2021,
Categorías:
Confesiones
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... con un broche sobre el hombro izquierdo.
Eva buscó el enganche del broche sin encontrarlo. Probó a desplazar la prenda por el hombro para bajarla por los costados, pero no daba de sí. Sara, al ver su torpeza, le dijo:
-Jajajajajaja. Déjame a mí, que veo que no sabes cómo funciona esto.
Llevó un dedo a determinada parte del broche y, al presionar, éste se abrió, dejando resbalar la prenda por su cuerpo hasta llegar al suelo.
-Ahora desnúdate tú.
A Eva la habían vestido con una camisa blanca, falda roja y chaquetilla del mismo color. La lencería, sujetador blanco y tanga transparente, blanco también.
Rápidamente, se quitó la chaqueta, que arrojó sobre uno de los sillones libres y empezó a desabrocharse la camisa.
-Más despacio. Tenemos mucho tiempo. –Le dijo Sara al tiempo que se recostaba sobre la plataforma y se la quedaba mirando, sujetando su cabeza con uno de sus brazos.
Eva fue desnudándose intentando parecer sensual ante los ojos de una mujer (curiosamente, eso no se lo habían enseñado y a ella jamás se le había ocurrido pensar en ello)
Sara la miraba sonriente cómo se movía, mientras con un dedo iba de pezón a pezón en sus caricias y con la otra mano recorría subiendo y bajando por su vulva, mientras su respiración se iba acelerando.
Cuando quedó totalmente desnuda, Sara levantó una mano e hizo señas para que se acercase y Eva lo hizo alargando la suya para tomarla.
Cuando sus manos se enlazaron, Sara la atrajo hacia sí, obligándola a ...
... subir en la plataforma para poder acercarse.
Fue entonces cuando Eva descubrió que la superficie no era dura, sino tremendamente adaptable a las zonas de contacto. Conforme iba echando su cuerpo sobre el extraño colchón, éste se adaptaba y le proporcionaba una agradable sensación de comodidad.
Cuando su torso quedó sobre Sara, ésta la hizo acercar su rostro y la besó. Aunque sabía lo que iba a ocurrir, Eva quedó un durante un momento desorientada. Sara lo tomó como que era consecuencia de ser la primera vez con una mujer.
-No te preocupes, Eva, déjate guiar por mí y verás lo bien que lo vamos a pasar las dos.
Volvió a juntar sus labios a Eva y se fundieron en un intenso beso, acariciándose con las lenguas y jugando con ellas.
Luego Sara guio la cabeza de Eva hacia sus pechos, pequeños y redondos, con pezones grandes y todavía erectos, y la hizo chuparlos y lamerlos, mientras ella acariciaba su cabeza, cuello y espalda.
-Haz lo que te gustaría a ti.-Le dijo
Y Eva se dedicó en cuerpo y alma a darle placer. Sara se estremecía con las acciones de Eva, que sin dejar sus pechos, bajó su mano para acariciar sus muslos.
Se acercaba a su entrepierna y volvía a alejarse, como le habían enseñado, pero simulando torpeza. Eso agradaba a Sara, que aunque quedaba deseosa de que acariciase su clítoris, lo compensaba con el morbo de ser la primera mujer para Eva.
Cuando vio que ya se desenvolvía sola y que le estaba excitando bien, Sara también acarició los pechos de ...