Mi ex se entrega
Fecha: 30/04/2021,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cuernos, fue algo doloroso y aunque no paraban de decirme que me querían, no me podía dejar de sentir traicionado. No me podía imaginar el amor que tenía que sentir hacia ella para permitir semejante barbaridad.
Estaba claro, por mucho que yo quisiese a Miri, jamás la querría tanto como para eso, así que no podría competir con Raúl. Todo estaba dicho, lo que iba a ser el planchazo por querer gastarme la broma, fue la mayor revelación de mi vida, nunca había querido tanto a una persona.
Pero ahora tenía que pensar en Miri, en que quería sexo, en que había luchado contra todo lo que creía sólo para cubrir una necesidad.
Ahora me tocaba disfrutar a mí.
- Quítate la ropa, déjate sólo las braguitas, luego sales y ya te diré que hacer.
Salí del baño, me quité la ropa y me senté en la cama, mirando al baño. Estaba un poco excitado, llevaba algún tiempo sin sexo, creo que eso ya lo he dicho... estaba muy necesitado.
La puerta del baño se abrió, Miri salió visitiendo sólo unas braguitas, muy recatadas. Se tapaba los pechos con los brazos. A pesar de la necesidad, la vergüenza seguía estando ahí.
- Girate- le dije.
Se giró, tenía el mismo culo, al menos no se le había caido, hay que tener en cuenta que teníamos ya cuarenta años.
- Ahora con las rodillas rectas, inclínate mientas te quitas esas braguitas.
Comenzo a inclinarse, su pequeño culo se abría, tragándose la braguita. Ella puso sus manos en sus caderas y comenzó a bajar poco a poco la prenda. Su ...
... coñito iba viéndose poco a poco, estaba brillante, se encontraba bastante excitada, sus braguitas cayeron a sus pies.
- Gírate y ven hacia mí.
Ella me miró, comenzó a venir, despacio. Yo me puse de pie, mi erección era evidente, ella la vio y se quedó mirando, se paró.
- Continúa
Siguió andando, sin quitar la vista de mi miembro, hasta que estuvo junto a mí. Alzó su cabeza, me miró tiernamente.
- Por favor, ten cuidado- dijo dulcemente- lo deseo pero llevo mucho tiempo sin hacerlo.
- Solo se trata de disfrutar, tu eres la que tienes que decirme- la tranquilicé.
- Quiero que me hagas disfrutar como tú sabías hacerlo.
Esa frase me encendió, me dio la sensación de que no todo había sido malo, que dejé buenos recuerdos. Acerqué mi boca a la suya, nos besamos apasionadamente, yo bajé mi mano hasta su culo, comencé a acariciarlo, ella movía su mano hasta mi entrepierna. Cuando su mano tocó mi miembro, suspiró.
Mi mano pasó de su tocar su culo a pasar entre sus muslos, notaba la humedad que había visto anteriormente, estaba muy excitada.
- ¿Quieres que te folle ya?- le dije al oído
- Siiiiii- gimió, mientas le metía un dedo en su coño.
La giré, la puse de espaldas a la cama, la empujé y quedó sentada. Su cara quedaba a la altura de mi polla, ella la miraba, me miraba a mí. Me hubiese gustado que me hiciera una mamada, pero tenía otros planes.
La empujé por los hombros, y quedó tendida en la cama. Me puse de rodillas delante de ella y acerque mi ...