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Los Hetero Curiosos, Parte 2
Fecha: 05/05/2021, Categorías: Gays Autor: carlos.cifuentes280, Fuente: SexoSinTabues
... mío. E: Oh, disculpa weón, me calenté demasiado y se me pasó la mano – Me dijo con una clara preocupación en la cara. S: Está bien, pero la tení muy grande weon, teni que tener más cuidado no más… Además, ahora me toca la venganza – Le dije con una sonrisa picarona – Ya, en cuatro sobre mi… como estábamos recién… y ponte a chupar. El me miró un poco descolocado, pero la calentura le ganó e hizo lo que le ordené. No perdí mi tiempo y empecé a comerme ese rico ano que había saboreado minutos antes. Él, muy obediente, empezó a chuparme el pene de nuevo. Lo hacía lento, se tomaba su tiempo en la cabeza, para luego enterrarselo en la garganta, y luego repetía. Empecé a acelerar mis langüetiadas y el empezó a gemir, mientras se comía mi pene con más efusividad. Esa sensación de tener en tu poder a alguien, sobre todo cuando es más grande y corpulento que tú, es indescriptible. En un instante en que tenía todo mi pene en su boca, puse mis piernas en su cuello, como haciendo una llave de lucha libre, y empecé a moverme para follar su boca. Acto seguido, enterré dos de mis dedos profundamente en su ano, mientras lo escuchaba gemir y sentía su pene saltar en mi pecho. Sólo estuve así menos de un minuto y lo liberé, pero fue suficiente, se sacó mi pene de la boca y aún con mis dedos en su culo me miró y me dijo E: Follame weon – Con una voz lujuriosa y con cara morbosa, la cual estaba completamente congestionada por la follada de garganta que le había hecho. Para mi fueron palabras ...
... majestuosas, así que me puse manos a la obra. Le pedí que se pusiera igual que la primera vez que le mamé el culo. Él lo hizo. Le di un par de lamidas más para mojar su culo y lubricarlo un poco más, pero no era para nada necesario. Su culo, si bien no estaba abierto (no como una O gigante), tenía un pequeño canal que me dejaba ver que estaba preparado, además le corría un hilillo de líquido que salía de él. Me puse el condón y puse la cabeza en la entrada de su ano. Sentí como su ano palpitó al sentir el roce con mi pene, pero no se cerró. Proseguí y empecé a presionar lentamente, no había alcanzado a entrar siquiera la cabeza, cuando sentí sus manos en cada una de mis nalgas y me acercó firmemente. Mi pene se deslizó con dificultad dentro de su cavidad, mientras el daba un bufido profundo. Mi pene había entrado hasta la mitad, pero eso no bastó para él. Con un gesto similar, me tomó con firmeza y me empujó dentro de él. Dio un gemido fuerte, tan fuerte que podrían haberlo escuchado a varias casas de distancia. No me moví por un momento, esperando a que se acostumbrara. Cuando vi que era buen momento, me empecé a mover, lento pero firme, de adelante para atrás, sin sacar demasiado mi pene de dentro de él. E: ¿Así te culiay a los weones? – Me dijo con una voz de caliente y casi demandante – Follame como un hombre, maricón de mierda – Vociferó mientras se abría las nalgas con ambas manos. Algo se había liberado en esa muestra de “poder” que le di al momento de follarle la boca. Y ...