1. Cómo conocí a mi marido


    Fecha: 06/05/2021, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Tengo 18 años y asisto a la preparatoria, soy blanca de ojos verdes, mido 1.65 m. Mis facciones son finas, pues mis rasgos siempre me han ocasionado el acoso de los hombres, mi figura en ocasiones es motivo de que algunos de ellos me hayan propuesto infinidad de cosas, esto me trae problemas pues mi físico digamos que no es muy común pero aún con todo ello sin acepción me he dado ha respetar aún cuando no me han faltado ocasiones para mandar todo al traste.
    
    Mi relato comienza una tarde de mayo, yo como siempre me dirigía a la escuela pues asisto por las tardes ya que por las mañanas trabajo en el centro comercial * que esta ubicado a unas cuantas cuadras de mi casa, como decía me diría a la escuela con las preocupaciones habituales de las tareas y los trabajos que ese día se tenían que entregar, y que yo no había tenido oportunidad de acabar ya por falta de tiempo y porque la información que tenía que encontrar no la había podido hallar en los libros de nuestra biblioteca y mucho menos con algunos de mis compañeros que con tal de hacerme algún favor no reparan en los medios.
    
    Cuando llegó la clase de historia del arte, sabía que aquel profesor gordo, deforme y con mal aliento sabiendo la dificultad de la tarea que había pedido, y sospechando que no la llevaríamos se llenaría de gozo pidiéndola, así que de antemano esperaba la escena, ya podía imaginar paso a paso sus comentarios y otras variantes con las que él acostumbraba a aturdir a la audiencia, cuando entró al ...
    ... salón como de costumbre ( pues yo me sentaba en la primera butaca) me observó con esa mirada que tenía de desvestir a las personas, siempre me ha gustado darme mi lugar pero tengo que aceptar que mi vestido siempre es algo sexy, por lo corto y me gusta que los hombres me miren con aquella cara de bobos cuando me observan las piernas o mis hombros salpicados de pequitas, pienso que he de ser objeto de sus fantasías más depravadas en lo que ellos les llaman sus noches húmedas o en algún rapín de ocasión. Bueno como decía que me miró y quizás nadie notó lo que yo pero cuando se hubo sentado en la silla de su escritorio noté que aquella bestia la traía bien erecta, y que cuando su gordura se lo permitía intentaba cruzar las piernas para que no se le notara, pero yo al percatarme de ello le empecé a mirar, le quise jugar una mala pasada, y le miré mientras me mordía los labios, noté que su rostro se puso colorado por lo que imaginé que el pobre tonto debía de estar a cien o más. No dijo nada de la tarea para sorpresa de todos, y cuando hubo terminado la clase se dirigió a mi lugar y sin que los demás oyeran me dijo que tenía que arreglar un asunto conmigo que por favor me presentara en el salón de maestros, yo me puse colorada y sospeché que pagaría cara incluso con un citatorio a mis padres la jugueteada que le había hecho.
    
    Salí del salón y cuando llegué al de maestros él ya se encontraba ahí, se levantó de la silla de la esperaba y dirigiéndose a puerta la cerró, yo me asusté e ...
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