Mi pervertidor - segunda parte
Fecha: 04/11/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: Tranyarlethe, Fuente: SexoSinTabues
Anteriormente les conté como fue que don Genaro me convirtió en su mujer por primera vez. Pues bien, les relataré como fue que llegue a ser su mujer de planta por dos ricos y perversos años. Todo lo que conocía con respecto al sexo lo había visto solo por videos, pero estaba por descubrir la verdadera perversión en persona, tantas y tantas sensaciones que me llevarían a experimentar cada vez más locuras y sentirme plena como su mujer, llegar a ser desde la nena de la casa hasta la puta personal de mi amo y maestro sexual. Después de haberme descubierto con ropa interior de mujer y prácticamente violarme, volví a ver a don Genaro, al salir para realizar unas compras encargadas por mama, tenía que bajar a la planta de abajo y caminar junto a su puerta; él estaba ahí parado leyendo el periódico y rascándose su bulto por encima del pantalón, como solía hacerlo todo el tiempo. En cuanto lo vi mi corazón se aceleró pues no sabía cómo reaccionar, pensé que sería un pesar vivir en el mismo edificio que ese señor por lo que había pasado y que seguro sería objeto de burlas en principio solo de él y luego del vecindario entero. Sin embargo, ni se inmutó cuando pase junto a él, eso me dio un respiro y al regresar el ya no estaba. Al día siguiente cuando llegue de la escuela estaba esperándome sentado en la escalera, en cuanto me vio me llamo por mi nombre de niño y me dijo que fuera a su departamento para que me explicara como tenía que ayudarle. Yo volteaba a todos lados cuidando que ...
... nadie nos viera y por fin me decidí a pasar. Cuando entramos centró su atención en explicarme lo que realizaría y como debía quedar terminada la reparación, en verdad eso me hizo sentirme más tranquila y tener más confianza en él y mientras me encontraba en su sillón pude ver fotos que tenía cuando era joven junto a su esposa. Una linda y elegante Dama y él era delgado, con cabello y bien parecido, no aguante quedarme con la duda y le pregunte acerca de ella. Solo se limitó a decirme que había fallecido varios años atrás y que él no había querido estar con nadie más. Era evidente que el tema lo ponía triste y era también fácil adivinar la causa de su actual apariencia. Sumido en el alcohol por la depresión había llegado a descuidar de sobremanera su aspecto personal. Sentí pena por él y un poco de comprensión llego a mí. Después de eso me preguntó que por qué me vestía de mujer y desde cuando lo hacía, que si me gusta la verga y yo le respondí que nunca había tenido sexo con nadie y en cuanto escucho eso, sus ojos brillaron y me respondío: Lo sabía estas bien apretadita. Te gustaría seguir haciéndolo? Respondí que si ya que vestirme era mi pasatiempo favorito. Entonces me pidió que lo acompañara a su habitación, abrió su closet y me dijo que, si yo quería, podía ponerme la ropa de su esposa, que éramos casi de la misma talla. No supe que decir ya que era un closet completo para mí. No podía creerlo, aquel vulgar y nauseabundo hombre estaba siendo amable conmigo. Mi respuesta ...