Desafío de galaxias (capitulo 9)
Fecha: 04/11/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
Todo estaba preparado y hacia dieciséis horas que con expectación esperaban la apertura del portal. Estaban dentro del periodo de tres días en que se podía abrir. Marisol mantenía la calma, pero era una pose externa. Hacia un par de horas que se había retirado a un camarote a dormir. El puesto de mando estaba instalado en un transporte de tropas, y desde él, y gracias a los cientos de sensores y cámaras instaladas en las inmediaciones del portal, todo estaba controlado. En Edyrme, la capital federal, el presidente Fiakro junto a sus ministros y un buen número de cancilleres y altos funcionarios, aguardaban, también con expectación, en la sala de control instalada para la ocasión.
—Anahis, despierta a la general, —dijo Loewen con una sonrisa. La mandoriana salio rápido, casi corriendo, hacia el cercano camarote. Un par de minutos después regresó con ella.
—¿Qué ocurre?
—La emisión de energía se ha multiplicado por dos en los últimos minutos, —informó Loewen con su suavidad característica—. Creo que la apertura definitiva está próxima.
—Mi señora, —exclamó Clinio desde otra consola— la emisión vuelve a aumentar.
—Confirmado, la emisión es ingente.
—¿El señuelo corre peligro? —preguntó Marisol alarmada.
—Por ahora no, pero si no tuviera los escudos de energía estaría frito, —respondió Clinio.
—Si es necesario hazle retroceder.
—La emisión se estabiliza, los sistemas ópticos muestran que el portal se ha formado, —informó Loewen. Efectivamente, en la ...
... imagen se veía claramente un poco del interior del corredor.
— Mi señora, la boca del portal tiene un diámetro de 696 metros, —dijo Marión consultando su consola.
—Eso significa que no tienen naves exageradamente grandes, —razonó Clinio—. Los acorazados federales no entrarían por el túnel, tenían 1.600 metros de largo y 480 de ancho. Demasiado justo.
—Algo es algo. Clinio, aproxima el señuelo a 500 Km —el general comenzó a operar con los controles automáticos. El señuelo era un viejo carguero comercial, destinado al desguace, que habían adaptado en Raissa. Se le habían instalado escudos de energía, una batería láser de tiro rápido de alto rendimiento y varios lanzadores de misiles. La intención de Marisol era hacerlo pasar por una unidad de batalla para atraer la atención del enemigo—. ¿El regalo sigue en la zona de espera?
—Afirmativo, sigue oculto en la zona de asteroides, —intervino Loewen.
— Pues solo queda esperar, —afirmo Marisol con resignación—. Coloca uno de los satélites de observación delante del portal y manda una sonda al interior, quiero saber hasta donde recibimos telemetría.
Durante tres interminables horas esperaron. La tensión era evidente, pero Marisol, sentada en su taburete y su taza de café negro entre las manos, mantenía una calma tensa. Parecía que no era la primera vez que se había enfrentado a una crisis de está magnitud.
—Mi señora: hay actividad en el túnel, —exclamó Loewen con cierta ansiedad. Dicho esto, una nave comenzó a ...