1. Perdón amor


    Fecha: 10/05/2021, Categorías: Infidelidad Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    ... descubriendo mi glande, tan abajo que casi me hace doler, entonces me masturbó lentamente, solo sobre el tronco, siempre bien abajo sin volver a cubrir mi cabeza que parecía explotar en sangre, ella solo miraba, cada tanto daba una pitada y largaba el humo a milímetros de mi glande.
    
    Lo sentí venir, lo hacía demasiado bien, los ojos de Maira parecían viscos apuntando al agujerito de mi cabeza, no paraba, no pensaba parar, solo cada tanto tomaba otra pitada y besaba el glande dejando escapar el humo por sus labios, me enloquecía…
    
    El semen comenzó a fluir lentamente, muy lentamente y una sonrisa se dibujó en los labios de mi jefa que seguía atenta con la mirada en la obra de arte que estaba culminando, mi leche chorreó hacia abajo impregnando su mano que no dejaba de masturbar, solo paró cuando ya nada salió, al tiempo que terminaba su cigarro, le dio un beso a mi glande, sus labios quedaron lubricados con mi semen, reímos pícaramente…
    
    Maira volvió al baile, a danzar nuevamente, sola, a un costado, dándome tiempo a recobrar fuerzas, bastaron unos minutos para volver a la acción, ella parecía tener todo el tiempo del mundo.
    
    Me levanté y fui tras ella, ya no me importó nada, la sorprendí tomándola por la espalda, pasé las manos bajos sus brazos, apreté sus senos, estaban suaves, giró su cabeza y buscó con su boca la mía, nos besamos, pero cambié rápidamente, los besos labios a labios significan compromiso y mis compromisos empiezan y terminan contigo…
    
    La llevé ...
    ... sobre la alfombra y la puse en cuatro patas, sometida, tomé unos minutos para fotografiar en mi mente su amplio trasero, su culo gordote y tentador, ella se arqueaba buscando llegar a mí, corrí al tanga, su culito amarronado se me hizo irresistible separando sus nalgas su centro se abrió del tamaño de un carozo de aceituna, llegué a el con mi lengua, metí dos dedos en su concha jugosa y patinosa, la acaricié por dentro sin dejar de mojar su esfínter con mi lengua, simulé cogerla con mis dedos, cada vez más profundo, cada vez más caliente.
    
    Maira casi me suplica para que la coja, me puse tras ella, se la metí por completo, me moví en su interior, ella se movía al compás, endiablada, la carne de sus cachetes golpeaban rítmicamente en mis piernas produciendo un constante paf! paf! paf!
    
    Mi vista era perfecta, y si algo me faltaba era que mi jefa colara dos dedos en su culo para moverlos al ritmo de mi verga, en un suspirar acabé nuevamente, la llené de leche…
    
    Maira me miró un tanto decepcionada, todo había sido demasiado rápido, al menos para ella, pero como explicarle que esto era todo muy nuevo para mí?
    
    La giré recostándola, fui entre sus piernas, la abrí toda, le saque la tanga para estar más cómodo, su sexo estaba inundado por mis jugos, se dejó llevar, con una mano acarició sus pechos que se levantaban turgentes, con la otra fue hacia su pubis, arriba de su clítoris, masajeándose rítmicamente en una hermosa masturbación, metí ahora tres dedos en su concha que seguía ...