1. UN DIA CON LIZZET


    Fecha: 10/05/2021, Categorías: Hetero Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... años la observa con atención, ella ya lo vio, le sonríe y el hombre levanta una de sus manos y la llama con un gesto, se acerca a la mesa moviendo las caderas de lado a lado, sabe cómo hacerlo, el tipo es mayor, de cabellos canos peinados hacia atrás, con una calvicie tipo monje, usa barba, también blanca, cara chupada y ojos de mirada profunda, no puede evitar recordar a su padrastro, Gervasio, tiene muchas similitudes, la enternece. La invita a sentarse y le compra un refresco, Lizett siente llenar sus fosas nasales con una dulce fragancia, conversan, arreglan a futuro, Antonio, según dice llamarse viste bien, paga los tragos, salen y el la conduce a un bonito auto. Todo parece perfecto, siente una simpatía especial por ese hombre que la duplica en edad, él ya le adelantó la paga, Lizzet comprueba que hay más de lo pactado. Entran al primer hotel alojamiento que encuentran y van directo al grano, Antonio toma una de esas pastillas mágicas, no tiene inconvenientes hacerlo frente a sus ojos, y esta vez, solo esta vez Lizett decide ser mujer y disfrutar el encuentro, algo que no se daba muy seguido, ella decide que no cogerá con su cabeza, lo hará con su corazón. Aprovechan cada minuto y ella le hace el amor, no sabe el motivo, pero la atrapa ese hombre, aunque solo fuera por un tiempo, le da sexo oral, lo besa, siente el miembro rígido de Antonio penetrar una y otra vez su sexo húmedo, se siente tan rico! no entiende cómo puede perderse tanto en el juego, llegan orgasmos, ...
    ... gime, sufre de placer, esta vez no necesita fingir, no necesita endulzar los oídos del caballero de turno, esta vez goza por ella misma… Cuando Antonio termina, solo se queda lamiéndole los pezones como si fuera un bebe. Lizzet entonces siente deseos, al fin de cuentas ella es mujer, por qué no darse la oportunidad de disfrutar como desea disfrutar? El tipo se le hizo atractivo, y ella ya cumplió por el servicio, sin embargo mira la verga, aún está dura, ella lo mira entonces a él, sonríe y le dice que le hará un regalo, va entre sus piernas, retira el preservativo lleno de semen, y lo deja a un costado, observa, mira a los ojos a ese hombre, busca darle un buen plano para que pueda apreciar su trabajo. Lleva su mano derecha a la base de esa verga, asegurándose de correr bien abajo el prepucio, dejando ese rosado glande indefenso, apoya la palma en los testículos, los siente suaves, se acomoda, sabe que será un viaje de largo alcance y que deberá armarse de paciencia, pero siente deseos de hacerlo de esa manera, apoya entonces su mano izquierda sobre el vientre velludo del tipo, cerca de su ombligo. Abre la boca, sabe que será su única arma para luchar, lo engulle, empuja, abajo, más abajo, hasta comerlo casi por completo, hasta casi tocar con los labios los dedos de su mano, hasta sentirlo llegar en la suavidad de su garganta, tan profundo como pueda. Empieza a moverse con esa verga que colma por completo su boca y más allá también, le encanta, y percibe en el rostro del hombre ...
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