UN DIA CON LIZZET
Fecha: 10/05/2021,
Categorías:
Hetero
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... que está haciendo bien su trabajo, solo juega, le gusta jugar, sabe que debe mantener el ritmo, lento pero constante para lograr la suficiente excitación en esa hermosa verga, sus manos permanecen inmóviles, ellas no participan en el juego. La constante penetración tan profunda le impide tragar, no importa, es sexy, su saliva escapa a mares entre sus labios, rueda como olas camino abajo, pronto la cadera de lado derecho de su acompañante queda inundada y la saliva sigue su camino hasta el colchón. El suertudo de turno se retuerce en placer, ve llegar el momento, le ruega que no pare, Lizzet lo disfruta, es su premio, lo va a conseguir, su garganta se llena en un golpe de un líquido meloso, espeso, riquísimo, está a punto de ahogarse con esa verga tan profunda y los chorros que saltan sin cesar, pero ella es una profesional y solo mantiene su ritmo llenándose los oídos con los gemidos de placer del tipo, apretándole con su mano izquierda el vientre para tratar de controlar sus espasmos. El trabajo está terminado, al fin ha bebido de su fuente de placer, casi no pudo saborearlo, solo sabe que fue demasiado y se sintió orgullosa y excitada por la tarea cumplida. Empezaron a cambiarse, ella estaba feliz, Antonio la había tratado bien, le pregunta Por cierto… no se tu nombre… Lizzet, me llamo Lizzet… Ok, Lizzet, quería aclararte que lo último que hiciste corre por tu cuenta, si vos sos puta es problema tuyo… Lizzet se ríe, una risa de sarcasmo, es que hiciera lo que hiciera los ...
... hombres siempre verían en ella eso… solo una puta, jamás verían una mujer… Antonio la acerca hasta su lugar de costumbre, la despide y pronto es un nuevo recuerdo… Es tarde, ya tiene su recaudación diaria, la luna está enorme sobre un cielo impecable, hace calor, comienza a caminar, la casa de mamá es su siguiente destino. Pasa un coche y le toca bocina, ya está acostumbrada, la historia se repite. Otro coche se aproxima y aminora la marcha, ella no se detiene, el tipo entonces lleva su paso, empieza a hablarle, pero ya no quiere trabajar, ya es suficiente. El tipo insiste, es directo, le dice que tiene un culo hermoso y que solo quiere pagarle para hacerle el culo, solo eso, no quiere otra cosa. Ella se deja tentar, evalúa pros y contras, recuerda ese muñeco carísimo que le pide su pequeño y que ella jamás podrá comprarle, es mucho dinero, demasiado aunque sea solo por hacerle el culo, se juega la carta, le pone el precio, el tipo accede sin más, es un día de suerte… Otra vez la misma historia de cada día, subir a un coche de un desconocido para ir al primer hotelucho de paso. El cliente parece extrovertido, no es de su agrado, presentimiento, experiencia, aprieta su cartera con fuerza, está nerviosa. Llegan al cuarto, directo al grano, se desnudan y Lizett maldice su suerte, el tipo tiene una verga enorme, diablos! y justo por el culo… piensa en desistir, pero ya tiene el dinero y ya están en la habitación, ya es tarde, odia las pijas grandes, solo le traen dolor, y este ...