1. Cómplice circunstancial (Mi tía me encuentra dándole 16 cm de pene a mi hermano)


    Fecha: 05/11/2017, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    A mis 13 sin embargo, ya escuchaba las historias de los chicos más grandes en donde se describían como auténticos sementales en celo cogiendo a quien se les pusiera enfrente. Eso y alguna revista o incluso alguna película hacia que cuando tenía sexo en casa hiciera cosas nuevas, posiciones diferentes que si hacían que mi hermana se sintiera más dada a practicar eso que quizá entendíamos que era prohibido, pero rico, algo que sabíamos que deberíamos guardar en secreto. Quizá con el objeto de no tener quien nos delatara fue cuestión de tiempo que incluimos a nuestros hermanos más chicos, un varón de 9 y la más chica de 7 hasta ese momento. Al principio los dejábamos que ellos prácticamente nos imitaran, que descubrieran lo que nosotros habíamos hecho por nuestra parte, luego los incluíamos. Les dábamos sexo oral como el que veíamos en revistas o yo mismo había visto en películas. Beatriz incluso se dejaba mamar su panochita por nuestro hermano, igual hacia yo con la pequeña Lily. Luego Beatriz y yo cogiamos y los dejábamos a ellos. Pasaron los meses y habia que practicar todo lo que veíamos afuera o escuchara de los más grandes, fue así como empezamos a hacer tríos y hasta cuartetos. No era raro ver a los 3 pegados a mi verga mamandomela o que en vez de que penetrara a mi hermana de 11 mejor se la metiera al varón. Esa fue nuestra infancia, en donde cogiamos en familia bajo el secreto de nuestra casa. Fue ahí también en donde si alguien nos descubrió se volvió nuestro cómplice ...
    ... o mejor aún se hizo parte del secreto mismo. A esas personas, hoy que las recuerdo les llamo cómplices circunstanciales. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Tendría 13 años cuando mi tía me descubrió por primera vez teniendo sexo, al menos está vez si contaba, porque aquella en donde me encontró mientras le arrimaba el pajarito a una vecinita, pues a mis 8 y ella 6 la verdad no pasó nada, aunque eso no le quitó el morbo y la vergüenza de haber sido pillado. Esta vez no había palabra alguna que excusara lo que hacíamos, mi hermano recostado sobre una mesa piernas al hombro, tragándose mis 15 o 16 cm de verga en cada embestida. Ambos desnudos totalmente, sudorosos y gimiendo como posesos. Mi verga a reventar, morada y con las venas dilatadas. Tal era la excitación que aún a sabiendas que mi tía Fátima estaba en la habitación próxima seguí empujándole mi verga a fin de deslecharme en lo más profundo de las tripas de mi hermano. Yo quería acabar y así lo hice. En una última estocada me pegue hasta sentir que le metía hasta los huevos, mi hermano pujo largamente quizá ignorando que alguien podría estar escuchando, pues a decir verdad por la posición y que siempre que me lo cogia cerraba los ojos supe que no había visto que alguien nos había descubierto. Seguíamos ...
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