iniciando a una virgen - Relatos Eróticos

iniciando a una virgen

El relato que paso a contaros, nos lo contó Luis a mi mujer y a mi en una de nuestras citas. Si habeis leido mis anteriores relatos "mi mujer entregada a mi empleado" ya sabeis quien es Luis.

Sonó el teléfono y Luis lo cogio.

- Si... Digame

- Hola señor Luis, mi nombre es Encina y le llamo para hacerle un encargo de tipo sexual.

La voz al otro lado del teléfono le pareció muy dulce y de una mujer joven, muy pausada y como un poco nerviosa.

- ¿Quien le dió mi teléfono?.

- Una amiga, que se lo cogió a su madre, la cual es viuda y cliente de usted.

- Bien, si le parece le puedo reservar hora para mañana a las 8 de la tarde.

- No, no puede ser, tendría que ser hoy y a esa hora.

- Ya, pero es que hoy tengo ya una cita concertada (mentira).

- Es que verá es mi cumpeaños y mis amigas como regalo me han pagado una cita con usted, para que me desvirgue.

Aquello a Luis le sonó muy bien y aquella voz dulce y melosa le ponia.

- En ese caso mi tarifa aumentará, pues me veo obligado a suspender una cita concertada (este hecho era falso, pero es una técnica para cobrar mas tarifa)

- ¿cuanto me costaría?

- Depende de los servicios que demande

- Solo sería desvirgarme, no se cuanto tiempo supondría eso

- Ya pero para eso hay que hacer muchos preliminares y no estaría bien hacer un servicio rápido. Serian al menos dos horas... calcule unos 250 €

- Muy bien, estoy dispuesta a pagarlos.

Bien en ese caso apunte mi dirección........

Esa ...

... situación dejo a Luis un tanto inquieto y excitado, era la primera vez que alguien pedia sus servicios de puto para desvirgar a alguien, todas sus clientas eran casadas, viudas o solteronas pero ya entradas en años.

A las 8 y un minuto sonó el telefonillo del portal. "que puntual, menudas ganas que tiene" pensó Luis.

- Si

- Hola soy Encina, ya habiamos hablado..

- Si sube.

Abrio el portal y sintió el ascensor, al poco se paró en su rellano y antes que llamase al timbre Luis abrió la puerta. Quedó de piedra ante aquel monumento que tenia delante. Una chica alta de 1:70 mas o menos, delgada y muy bien proporcionada, ojos azules, pelo largo con mechas marrones y rubio, unas tetas muy bien proporcionadas a las dimensiones de aquel monumento que bien podia ejercer de modelo.

Se saludaron con dos besos en las mejillas

- Hola soy Encina

- Hola Encina yo soy Luis.

Ambos entraron Luis le cedio el paso informándole que el salón estaba al fondo. Pudo obserbar desde atras la espectacular figura de esa chica y por poco no babea ante el dulce que se le presentaba delante y que pronto cataría.

Luis la invitó a sentarse en el sillón.

- ¿Deseas tomar algo?

- No gracias, no tengo sez... usted me perdonará pero es que esta situación me pone muy nerviosa.

Luis se sentó en el sillón de enfrente

- No te preocupes... lo entiendo.... y por fabor deja los formalismos, es mejor tutearnos... ¿Y dime, como una persona tan preciosa como tú desea los servicios de un ...