1. Me descubrieron vestida en la oficina – Parte II


    Fecha: 30/05/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: ClaudiaZorra, Fuente: CuentoRelatos

    ... iban más y más adentro en mi garganta.
    
    “Mañana ni podré hablar” Pensé. A quién le importaba eso.
    
    Eran más de las 7.30 PM. No había dejado de mamar vergas por un buen rato; les pedí un “descanso” para variar la rutina así que les ofrecí otro orificio para jugar: encontré un sillón abandonado, así que me saqué la braga, y me puse de rodillas sobre el sillón, recostando mi pecho en el espaldar del mismo, ofreciendo así mi orto desnudo.
    
    “¿Lo quieren?” Pregunté sonriente.
    
    Todas esas pollas estaban bien cubiertas de saliva así que no hubo necesidad de mayor lubricante. Carlos, teniendo la verga más grande y gorda de todas, hizo el primer movimiento. “Sí, mi amor quiero que tú seas el primero en cogerme” Pensé. Me cogió de las caderas y entonces ¡Ufff! - ¡qué bestia! ¡Eso si que se sintió! De un solo tiro y casi desgarrando mi huequito, esa cabeza dura y ancha hizo su entrada brutal, dejándome sin aliento por un instante. Mi espalda se arqueaba de placer, mientras cerraba mis ojos para sentirlo todo. “Cógeme duro papi, ya sabes que soy tu puta privada” le dije a voz alta. Esto lo animó más aún; tomó mis caderas con sus anchas manos y nuevamente empujó tan duro que los 25 cm desaparecieron dentro de mí. ¡Era tan rico! Me volvía loca, completamente loca. Entonces empezó a cogerme como un taladro sin parar. Mientras eso pasaba abrí la boca como diciendo “aquí hay un hueco más que coger” y así fue: surgió una verga (a estas alturas ya no interesaba a quién le pertenecía) ...
    ... detrás del sillón y también desapareció en mi boca. Luego de ese primer paso, mis cuatro cacheros empezaron a tomar turnos entre mi orto y mi garganta – las pingas entraban y salían, se turnaban, follaban cualquier hueco que estuviese disponible.
    
    Yo era como un pedazo de carne con dos perforaciones que esos hombres simplemente follaban. Me sentía adormecida de placer, incapaz de reaccionar, sin poner alguna oposición – tampoco lo quería, solo deseaba ser cogida sin piedad, sin parar; deseaba en realidad ser violada por todos ellos. En un cambio de posición, Carlos, mi favorito, se sentó en el sofá, con la verga parada como un mástil, así que aproveché para sentarme encima, de espalda hacia él y clavármela por completo. ¡OMFG! ¡Esto es el cielo! Es increíble cuando todo tu peso descansa sobre un mazo de carne dura. Mientras saltaba de arriba abajo, otras dos pingas se peleaban por violar mi boca de puta “Violen a esta puta chicos” solicité. Mientras tanto, repentinamente, Sergio, mi jefe no pudo contenerse más y se puso de rodillas entre mis piernas y las de Carlos, agarró mi verga dura y se la tragó de un solo tiro.
    
    “Sabía que te gustaba mamar verga también” le dije… Él solo se sonrió.
    
    Era ahora la puta diosa del sexo: vergas dentro de todo mi cuerpo mientras otra se tragaba la mía. Era como para filmarlo. No sé qué hora eran para entonces. Afuera había un silencio total; solo se escuchaban los jadeos y sonidos de atragantamiento en mi garganta. Yo no dejaba de gemir. ...